Cuando hace unos días le dediqué un artículo a Germán Martínez Cázares, el "líder" nacional del PAN que en los hechos funge como personero de Calderón para los asuntos de ese partido, lo llamé bufón y me burlé de sus arranques y bravatas, que lo han hecho subirse al ring para pelearse con quien se le ponga enfrente, en una reedición de la guerra sucia que el PAN aplicó en 2006, sólo que ahora principalmente contra el PRI, quien con sorna mira al "muchachito pendenciero" hacer rounds de sombra.

Chistosón me parecía Ger-mensito dàndose aires de Juan Camaney, de peladito de barriada, de boxeador tepiteño, sobre todo tomando en cuenta lo ridículo que se ve con sus lentes de no-me-odies-por-ser-nerd lanzando improperios a diestra y siniestra. Hoy, sin embargo, más que gracia causa inquietud, por decir lo menos, constatar que el talante natural de Martínez es irascible, violento, capaz de ponerse al tú por tú (desde el cómodo y protector escudo del ciberespacio, claro) con un cibernauta, a quien no tuvo empacho en llamar "infeliz perdedor y frustrado". ¡El presunto "líder" de los "pacíficos", en su papel de gandallita de la colonia! La nota la pueden encontrar como nota de portada en este SDP.

Tristemente comprobamos que Germán Martínez Cázares comparte con Felipe Calderón mucho más que la corta estatura física (y moral) y lo parecidos o no que puedan ser a este respecto. También coinciden en tener una "mecha corta" lo que significa que su carácter explosivo los lleva a meterse en pleitos con todo mundo a la menor provocación. ¿Qué gana Martínez Cázares con insultar al cibernauta? Una cosa nada más: dejar claro que los panistas, esos "mártires de la decencia", esos "pacíficos" ciudadanos, llenos de "amoooooooooor por Méeeeeeeeexicooooo", son en realidad, y lo demuestran cada que pueden, el verdadero peligro para este país.