Con escepticismo recibi anoche la noticia, difundida por todos los canales de televisión en las últimas horas del jueves: la suspensión de clases en el Distrito Federal, en todos los niveles educativos, desde preescolar a universidad. Esto, como medida "preventiva" ante lo que se anunció como un brote de influenza en la zona metropolitana del Valle de México.
Incredulidad, porque tal anuncio se manejó de pésima manera, como si la intención fuera, más que atacar el brote epidémico, crear incertidumbre y confusión entre los capitalinos. Miren que anunciar la suspensión de clases a las 11 de la noche, cuando por razones obvias mucha gente ya no se iba a enterar a tiempo. Además, ¿no les parece sospechoso el unánime coro con que tanto Televisa como Televisión Azteca dieron cobertura informativa al tema? Por la mañana de hoy viernes pude atestiguar la confusión reinante entre padres de familia que llevaron a sus hijos a la escuela sólo para encontrarla cerrada.
¿Que efectivamente ha habido casos de la enfermedad, algunos por desgracia con fatal desenlace? Sin duda. ¿Que podría tratarse de una situación preocupante, que amerite la toma de medidas drásticas para prevenir y combatir la misma? Adelante. Pero que el gobierno y las televisoras den un tratamiento francamente amarillista al asunto, me deja un desagradable tufo a que alguien quiere inflar mediáticamente el fenómeno, en una reedición del affaire Chupacabras, famoso "borrego" mediático echado a andar en tiempos de Salinas, cuando al Pelón le urgía distraer la atención nacional de asuntos verdaderamente importantes y dramáticos para el país, como los asesinatos políticos de aquel entonces.
A Fecal sin duda le conviene explotar el brote epidémico que, repito, nadie está negando, pero los panistas SI que le están sacando raja. Uno que es malpensado hasta podría imaginarse que, después de cortarle el agua a los capitalinos justo en la Semana Santa, y ahora crear el pánico entre los defeños con la influenza, todo es parte de una estrategia electorera perversa que busca infundir el miedo y la paranoia entre los capitalinos, gobernados por el PRD de Marcelo Ebrard. Después de todo, el franquista de mierda que le hace la campaña sucia al PAN es experto en este tipo de cochinadas.