Luego de 15 años que no se veia una situacion igual, el gobierno de Chihuahua esta en alerta maxima.

La mayoría de las presas del estado de Chihuahua están prácticamente llenas y algunas se encuentran desaguando los excedentes, bajo vigilancia y supervisión de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó el Subdirector General Técnico de la dependencia, Felipe Arreguín Cortés.

Dijo que las principales presas de la entidad, Francisco I. Madero, Luis L. León y La Boquilla, rebasaron su capacidad de almacenamiento. La primera de ellas, derrama un volumen de 752 metros cúbicos por segundo, el cual empezó a disminuir paulatinamente por la baja de las precipitaciones pluviales en gran parte de la entidad.

Comentó que con las lluvias de los últimos días, la presa Francisco I. Madero registró ingresos de mil 600 a mil 700 metros cúbicos por segundo, y para este miércoles la entrada se redujo a 343 metros por segundo, pero se mantiene el mismo volumen de salida por el vertedor, en tanto se alcanza un equilibrio en su almacenamiento.

En un principio se estimó que el agua derramada por la presa Francisco I. Madero podría afectar algunos puentes que están aguas debajo de Meoqui, pero esta situación no se presentó, y para estas horas el río San Pedro ya está a la baja.

A su vez, la presa La Boquilla, la más grande del estado y que abastece al Distrito de Riego de Delicias, empezó a derramar este miércoles; en los últimos días se le estaban extrayendo 88 metros cúbicos por segundo por la obra de toma y fue hasta hoy que empezó a desaguar por el vertedor de demasías.

Arreguín Cortés resaltó que desde hace 15 años la presa La Boquilla no se llenaba y si bien está registrando un vertido importante, la situación no es crítica porque la Conagua está controlando el manejo de estos volúmenes.

Al vaso de este embalse está ingresando un volumen de mil 500 metros cúbicos por segundo y este volumen nos preocupa mucho, afirmó el funcionario de la Conagua, al tiempo de señalar que se mantiene estrecha coordinación con las autoridades de Chihuahua y del Sistema Estatal de Protección Civil para prever la medidas de apoyo a la población ribereña y de las partes bajas.

Además de las presas Francisco I. Madero y La Boquilla, han estado derramando otras presas más pequeñas como la San Gabriel y Pico del Águila, y al final el agua de todos los vasos va a dar al río Conchos y de éste pasa a la presa Luis L. León, que descarga a Ojinaga y finalmente al río Bravo.

La Conagua ha estado controlando a la presa Luis L. León manteniendo una descarga del orden de 400 a 430 metros cúbicos por segundo, pero habrá un momento en que se tendrá que incrementar el gasto de salida, cuidando de no afectar a la ciudad de Ojinaga.

Puntualizó que el agua llega al río Bravo y con base en el Tratado Internacional en materia de distribución que se tiene con Estados Unidos, un tercio del agua es para ese país y dos tercios para México.

El Subdirector General Técnico de la Conagua destacó que en general las presas de Chihuahua están llenas, pero el pronóstico de lluvias es a la baja; sin embargo, en tanto prevalece el derrame de volúmenes de los diferentes vasos, se debe mantener la vigilancia a lo largo de los cauces para prever posibles daños a la población de las partes bajas.

Estimó que la situación de riesgo disminuirá en la medida en que se atiendan las indicaciones del Sistema de Protección Civil Estatal.

El personal técnico de la Conagua ha venido realizando recorridos para verificar la situación de los cauces, así también se han realizado reuniones con autoridades de los municipios de Camargo, Saucillo, La Cruz, Julimes, San Francisco de Conchos, y con representantes de la Unidad Estatal de Protección Civil, Cruz Roja y de los usuarios del sur de la entidad.

Antonio Dávila Capiterucho, Gerente de Protección a la Infraestructura y Atención de Emergencias (PIAE), señaló que este organismo de la Conagua proporciona la información que se recaba en los monitoreos para que, a su vez, las autoridades estatales y municipales, a través de Protección Civil, determinen las acciones a realizar tanto en la prevención de un desastre como en la atención en caso de registrarse una contingencia.