México, 23 Nov (Notimex). El actor español Jorge Mistral, conocido por participar en la película mexicana "El derecho de nacer" además de formar parte del elenco de "Camelia" junto a la actriz María Félix, cumpliría este lunes 88 años.

Jorge Mistral nació en Aldaya, Valencia, el 24 de noviembre de 1920, se le conoció como galán del cine español y fue uno de los actores que con frecuencia trabajó en América dando vida a personajes de temperamento romántico, pasional y audaz.

Por su educación universitaria contaba de un cierto conocimiento de derecho, el actor buscó en la escena placeres que las leyes no podían proporcionarle. Lo que provocó que abandonara su carrera, con el fin de incorporarse a una compañía teatral.

Para llegar a cierto grado de madurez interpretativa, adquirió experiencia junto a grandes intérpretes, como Enrique Borrás, Josita Hernán y Ana Adamuz, quienes guiaron sus primeros pasos.

Su elegancia y apostura fueron rasgos acentuados por el cine a mediados de la década de los 40, a partir de "La llamada del mar" (1944), de José Gaspar, el interprete español estableció una carrera tan dilatada como infrecuente.

En la primera etapa de su trayectoria logró un contrato con la firma CIFESA, una de las compañías productoras más importantes de aquella época.

Dando forma definitiva a su estereotipo, rodó bajo las ordenes del director Luis Lucia los filmes "Currito de la Cruz" (1948) y "La duquesa de Benamejí" (1949), películas con las que se dio a conocer.

Además, mostró su talento dramático y encanto masculino en "Pequeñeces" (1950), dirigida por Juan de Orduña, el mismo director que modeló su presencia en "Locura de amor" (1948), drama histórico escrito por Manuel Tamayo, Alfredo Echegaray, José María Pemán y Carlos Blanco.

El éxito de esa producción acrecentó las expectativas profesionales de sus protagonistas: Aurora Bautista, Fernando Rey, Sara Montiel y Jorge Mistral, quien participó antes en otro filme de época," La dama del armiño" (1947), dirigido por Eusebio Fernández Ardavín.

Participó también en "La manigua sin Dios" (1947), de Arturo Ruiz-Castillo y "Botón de ancla" (1947), de Ramón Torrado.

Cuando en 1949 el actor se comprometió en una gira teatral por Iberoamérica, su destino varió de forma notable e interpretó películas en México, Chile, Bolivia y otros países de habla hispana.

En México filmó "Deseada" (1950) de Roberto Gavaldón, "Burlada" (1950) de Fernando A. Rivero, "Amar fue su pecado" (1951), de Rogelio Hernández, "El mar y tú" (1951) de Emilio Fernández y "Camelia" (1953) de Roberto Gavaldon, donde encabezó el reparto junto a María Félix, incluso participó en "Abismos de pasión" (1953) de Luis Buñuel.

Mistral tenía un estilo idóneo para la pasión y la aventura, representadas en dos de sus películas donde fue dirigido por cineastas argentinos: "Más fuerte que el amor" (1953) de Tulio Demicheli y "El conde de Montecristo" (1953), de León Klimovsky.

En otros dos filmes el actor reiteró ese modelo de gallardía febril en "Cabo de Hornos" (1955) de Tito Davison, versión del texto literario de Francisco Coloane.

Su fama atrajo al mercado anglosajón para el que rodó "La sirena y el delfín" (1957) de Jean Negulesco, sin descuidar su carrera en España donde participó en películas como "La venganza" (1957) de Juan Antonio Bardem, "La hermana San Sulpicio" (1952) y "Un caballero andaluz" (1954) de Luis Lucia.

Lamentablemente, fracasó en su intento de convertirse en realizador y sus dos películas, "La fiebre del deseo" (1964) y "La piel desnuda" (1964) fueron ignoradas por el mercado iberoamericano, así como su presencia, pues el paso del tiempo y su presencia de galán ahora eran un recuerdo.

Jorge Mistral le propuso matrimonio en dos ocasiones a la cantante hispana Gloria Lasso, pero ella prefirió seguir siendo una buena amiga.

Años más tarde, Mistral se casó en Argentina con Olga Marchetti, con quien tuvo una hija que murió a los pocos días, a su regreso a México afrontó un juicio por abandono de hogar.

Unos días antes de su muerte actuó como declamador en varios centros nocturnos de la Ciudad de México; donde fue aceptado por la crítica y el público, pero Mistral declamaba más por gusto que por dinero.

Su última película, "La invasión de los muertos" (1971), coincidió con un periodo depresivo que no pudo superar; el actor se quitó la vida en la Ciudad de México el 21 de abril de 1972.