Por Cecilia González. CorresponsalBuenos Aires, 3 Feb (Notimex).- La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, comenzó a enfrentar las presiones de distintos sectores para renegociar salarios con alzas de entre 10 y 20 por ciento, en medio de la crisis económica internacional.La semana pasada, el líder de la poderosa Central General de Trabajo (CGT), Hugo Moyano, advirtió que no aceptarían "techos ni pisos" en la renegociación que se realizará en marzo, aunque reconoció que lo mínimo necesario de aumento es 20 por ciento.La definición de Moyano provocó la inmediata respuesta de las entidades empresariales que advirtieron que, con el actual escenario económico, lo más que se podrá renegociar es 10 por ciento y calificaron como "un disparate" la propuesta de la CGT.Fuentes del Ministerio del Trabajo, en tanto, advirtieron que la puja podría resolverse con incrementos salariales de 13.5 por ciento, aunque ello todavía depende del rumbo que tome la crisis.El problema para Argentina es que su economía se desacelerará drásticamente, ya que después de cinco años de haber crecido a un ritmo de 9.0 por ciento promedio anual, para 2009, en el escenario más optimista, se espera un crecimiento de 3.0 por ciento.Fernández logró desactivar temporalmente las presiones de la CGT, que aglutina a 3.5 millones de trabajadores, al conseguir que Moyano pospusiera la reunión que el consejo directivo de la entidad iba a realizar este martes con el debate salarial como único punto.De hecho, en una medida que ya comenzó a sumar críticas, la mandataria incorporó al líder sindical a la gira que comenzará el próximo fin de semana por España, lo cual convirtió a Moyano en el primer líder sindical que participa en un viaje oficial.Con Moyano fuera del país, se enfriará el debate salarial que ya comenzaba a ocupar las primeras planas de los diarios, aunque se reactivará en cualquier momento ante las presiones de los gremios.La presidenta argentina, en tanto, ya puso en marcha una estrategia para evitar el aumento del desempleo, pero los empresarios advirtieron que los despidos podrán evitarse sólo si no haya alzas salariales.En medio de la guerra de declaraciones, el jefe de Gabinete, Sergio Massa, pidió "responsabilidad y sensibilidad" a los empresarios y trabajadores para sostener la economía en un año que será muy difícil en todos los aspectos.Por otra parte, la próxima semana comenzará la renegociación salarial con uno de los sectores más duros, el de la educación, ya que los maestros exigen aumentos mínimos de 20 por ciento acorde con la inflación estimada por entidades privadas.El ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco, aclaró que los incrementos no podrán estar atados a la inflación, lo que anticipa un nuevo conflicto docente en Argentina a sólo tres semanas de que comience el nuevo ciclo escolar.