Chicago, 3 Feb (Notimex).- La memoria de un niño y la severidad de los desórdenes en su aprendizaje pueden ser afectados por lo que hizo su madre de niña, aseguran investigadores.Los resultados de un estudio con ratones, presentado hoy por la Universidad Rush de Chicago, revelan que los cambios de las madres en su preadolescencia influyen en la memoria de sus hijos y la modificación de algunas deficiencias genéticas.Es el primer estudio que prueba la herencia de un cambio, el mejoramiento en la formación de la memoria y la posibilidad de que los defectos de una mutación genética "pueden ser reversibles" por el ambiente de la madre durante su juventud, dijo Dean Hartley.El investigador de neurología del Centro Médico de la Universidad Rush explicó que el estudio consistió en el análisis de la función del cerebro de ratones preadolescentes con un defecto creado genéticamente en la memoria, por inhibición de algunas proteínas.La investigación fue realizada en coordinación con la Facultad de Medicina de la Universidad Tufts, y sus resultados serán publicados en la edición del 4 de febrero de la revista The Journal of Neuroscience.Según el estudio, cuando estos ratones jóvenes se colocaron en un ambiente enriquecido, expuestos a objetos estimulantes, una interacción social y ejercicio voluntario por dos semanas, el defecto de la memoria se revirtió.Después de algunos meses, explicó Hartley, los mismos ratones fueron fertilizados y dieron a luz al descendiente que tenía la misma mutación genética.Sin embargo, dijo, carecía del defecto de la memoria, "aunque nunca lo expusieron a un ambiente enriquecido como sus madres"."Proporcionamos un ambiente enriquecido durante la preadolescencia, los meses antes de que los ratones se quedaran embarazados, y el efecto benéfico alcanzó a la generación siguiente, que había mejorado su memoria, incluso sin un ambiente enriquecido", agregó."Con ello pudimos demostrar que el enriquecimiento ambiental durante la juventud tiene fuertes poderes adicionales. Puede mejorar la memoria en futuros descendientes de ratones juveniles enriquecidos", expuso.El especialista destacó que en investigaciones previas en modelos con ratones se ha demostrado que esa exposición temprana a un ambiente enriquecido mientras las hembras están preñadas puede también afectar positivamente al descendiente.Indicó que este ejemplo de la herencia de caracteres adquiridos fue propuesto por Jean Baptiste Lamarck en el siglo XIX.Pero, dijo, "es incompatible con la genética mendeliana clásica, que indica que heredamos cualidades de nuestros padres con secuencias específicas del ADN (ácido desoxirribonucleico) que ellos heredaron de sus padres".Larry Feig, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Tufts y coautor del estudio, dijo que este tipo de herencia implica cambios inducidos ambientalmente en la estructura del ADN y los cromosomas en los cuales el ADN reside, que pasan al descendiente."La investigación demuestra que una exposición relativamente breve a un ambiente enriquecido en ratones normales y de memorias deficientes abre un mecanismo de control bioquímico de alguna manera latente que mejora un proceso celular en las células nerviosas", dijo.Pero la mejora en la memoria y el aprendizaje sólo fue detectada en ratones preadolescentes, no en los adultos, lo que refleja una mayor plasticidad del cerebro en los jóvenes.El fenómeno descrito en este estudio indica que el enriquecimiento juvenil influye en los descendientes.Sin embargo, se encontró que no lo hace en las generaciones subsecuentes porque el efecto del ambiente enriquecido desaparece más rápidamente en los siguientes descendientes.