París, 19 feb (EFE).- Más de 2.500 lenguas, de las 6.000 existentes en el mundo, están en peligro, según se desprende del Atlas de las Lenguas en Peligro en el Mundo elaborado por la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) presentado hoy.
Esta tercera edición, que introduce cambios sustanciales en los criterios de clasificación respecto a los del anterior de 2001, considera que una lengua está "en peligro" cuando los niños ya no la aprenden en sus familias como lengua materna, sino que se convierten en "bilingües pasivos", es decir, la entienden, pero no la hablan.
El informe establece cuatro niveles "de vitalidad": "vulnerable" (los niños hablan pero se reserva al ámbito familiar); "en peligro" y "seriamente en peligro" (cuando la utilizan las personas de mayor edad), y "en situación crítica", ya que sólo la emplean ancianos y con escasa frecuencia.
En el caso de España, el euskera se mantiene entre las lenguas en peligro en el mundo, dentro de la categoría "vulnerable", mientras que el aragonés, el astur-leonés y el gascón (en el suroeste de Francia) están consideradas "en peligro".
El experto encargado de las lenguas en España para el Atlas, el filólogo Tapani Salminen, comentó la fortaleza del catalán -al que calificó como la lengua minoritaria más fuerte de Europa- y del gallego, protegido además por su proximidad al portugués.
De América, destacan Brasil y México, con 190 y 144 lenguas en peligro, respectivamente, como países que poseen una gran diversidad lingüística y donde se están poniendo en marcha políticas que favorecen la recuperación de muchas de ellas.
En Ecuador, con 20 lenguas en peligro, destaca la reaparición en los últimos veinte años del andoa, una lengua con cien palabras, y el zápara, tras ser 'sustituidas' por el quechua, pero que ahora se están empezando a recuperar.
Por su parte, Bolivia cuenta con 39 lenguas en peligro -una de las cifras más bajas de la zona-, Perú cifra en 62 las lenguas con riesgo y Colombia en 68.
En opinión del redactor jefe del Atlas, Christopher Moseley, "sería ingenuo y simplista afirmar que las grandes lenguas antiguamente coloniales, tales como el inglés, el francés y el español son siempre las responsables de la extinción de otras, se debe a un sutil juego de fuerzas".
Por este motivo, la filóloga especialista en lenguas andinas Marleen Haboud abogó por un "bilingüismo aditivo", que incluya aprender tanto la lengua del país como la materna, para evitar que se olviden los idiomas indígenas.
El informe revela que de los 6.000 idiomas existentes en el mundo, más de 200 se han extinguido en las últimas tres generaciones, 538 están en situación crítica, 502 seriamente en peligro, 632 en peligro y 607 en situación vulnerable.
Además, muestra la existencia de 199 idiomas que cuentan con menos de diez hablantes, con el consiguiente riesgo de acabar como el eyak de Alaska, que desapareció el pasado año con la muerte de su última representante.
La subdirectora de Cultura de la UNESCO, Françoise Rivière, recordó que para evitar que una lengua desaparezca hay que crear las condiciones propicias para que sus hablantes la sigan usando, se sientan "orgullosos" de ella y la enseñen a sus hijos.
El Atlas interactivo que la Organización pone a disposición de todo el mundo desde hoy en su página web ha sido elaborado por más de 30 lingüistas de todo el mundo y permitirá actualizarlo de manera constante gracias a las aportaciones de los usuarios.
La presentación se ha hecho dos días antes de la celebración del Día Mundial de las Lenguas Maternas el próximo sábado 21 de febrero.