Benedicto XVI ordenó una inspección a los Legionarios de Cristo, la congregación fundada por el fallecido sacerdote Marcial Maciel, investigado por abusos sexuales durante décadas contra seminaristas y del que recientemente se supo que tuvo una hija con una amante cuando esta apenas tenía 15 años de edad.
La inspección, "visita apostólica" en el argot religioso, fue anunciada
hoy por los Legionarios en su página web, que precisaron que el
Vaticano les informó de la misma en dos cartas y que el actual
superior, Álvaro Corcuera, expresó su "más profunda gratitud al Santo
Padre por su cercanía y esta ulterior ayuda que nos ofrece" .
La decisión del Pontífice fue notificada a Corcuera por el secretario
de Estado Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, quien en una carta
enviada el 10 de marzo, según se supo hoy, le comunicó que la
inspección la realizará "un equipo de prelados" en todas las
instituciones de la congregación.
Bertone precisó en su misiva que la inspección es "de fundamental
importancia y merece la pena consagrarse a ella con amplitud de miras y
limpio corazón" .
"El Santo Padre, consciente de los altos ideales que los animan y de la
entereza y espíritu de oración con que están afrontando las actuales
vicisitudes, los alienta a seguir buscando el bien de la Iglesia y de
la sociedad, mediante las iniciativas e instituciones que les son
propias" , agregó Bertone.
El "número dos" del Vaticano manifestó a Corcuera que los Legionarios
de Cristo "siempre" podrán contar con la ayuda de la Santa Sede "para
que, a través de la verdad y la transparencia, en un clima de diálogo
fraterno y constructivo, superen las dificultades existentes" .
De momento, se desconoce la fecha de la inspección, pero, según los
Legionarios, "muy probablemente" será después de Semana Santa y durará
varios meses.
La inspección se ha anunciado menos de dos meses después de que los
Legionarios de Cristo confirmaran que Maciel -fallecido hace un año, a
los 87 años de edad- tuvo una amante con la que concibió un hijo, al
parecer una hija, y después de que en 2006 Benedicto XVI le castigara
por abusos sexuales durante décadas contra seminaristas.