México, 18 Abr. (Notimex).- TRANCEfusión, propuesta auspiciada por el Programa de Apoyo a la Producción e Investigación en Arte y Medios 2008, del Centro Multimedia presentó hoy su ritual de festejo, a través del mapeo, la clasificación y el análisis de música.Bajo la dirección de Diego Román, el espectáculo lleva implícito el sampleo, el tiempo real, imaginación, musicalidad y sensibilidad en su propuesta de reedificación del ser humano frente a la tecnología y las formas tradicionales, del fetiche al conocimiento creativo, y la conjunción amistosa de prácticas.La Plaza de las Artes, del Centro Nacional de las Artes (Cenart), vivió 90 minutos de experiencia acústica cuando Diego Román, músico-sensor-sampler ofreció un paseo por el rock y el pop con gestos que oscilaron del flamenco a la música barroca en TRANCEfusión, espectáculo gratuito para todo público.Cargada de gran dosis de crítica al nihilismo y al posmodernismo, conceptos como open-source, interactividad, sampleo en tiempo real, fusión interferida y mapeo, son trasladados a la práctica concertística en el espectáculo que hoy tuvo su estreno ante un público heterogéneo en edades y ocupaciones.La propuesta viene del Programa de Apoyo a la Producción e Investigación en Artes y Medios 2008. La dirección musical, idea original e interpretación son de Román, miembro fundador del grupo de electroacústica transgénica "EL" (Edición Limitada) e integrante del proyecto interdisciplinario Machakos.De acuerdo con el artista, de 26 años de edad, "el proyecto nació como una respuesta al sampleo de la música electrónica y la fusión del jazz. Une múltiples referentes en capas simultáneas, invirtiendo los roles tradicionales de la interpretación". Aquí, el músico mismo trabaja como un sampler vivo.El programa incluyó covers mapeados de temas de las bandas Radiohead, Keane, Franz Ferdinand y Coldplay, entre otras, con gestos que van del flamenco a la música barroca, pasando por el jazz. "TRANCEfusión es una pieza crítica que cuestiona el uso de la tecnología y la posición del hombre ante ella."La crítica se dirige hacia la idolatría tecnológica, el imperativo de inmediatez y la exaltación de la individualidad que enmascaran una sumisión a los valores simbólicos dominantes. La obra se concentra en el fenómeno de concierto y en el simbolismo musical, para renovar la relación intérprete-experiencia teatral".Para llevar a cabo esa experiencia el artista se vale de la imaginación colectiva y la improvisación controlada, la referencialidad transversal y las paradojas lingüísticas.Román invitó al ensamble SPing (Serious playing), a formar parte del espectáculo. Esta agrupación trabaja de acuerdo a proyectos específicos.En la presentación participaron en Ensamble SPing (Roberto Rivadeneyra, en el violín; Myriam Albor, flauta; Pablo Ramírez, clarinete; Pánfilo Ruiz, trombón; Laura Vargas, arpa; César Alberto Carrillo, guitarra; Paris García, contrabajo; y Rashid Brocca, batería.También Víctor Hugo Mendoza (programación MAX-MSP y live-electronics) y Diego Román (dirección, idea original e interpretación), quienes lograron un acoplado que mantuvo al público al borde de sus asientos, aunque muchos más prefirieron permanecer de pie o acomodarse en las áreas verdes.El programa incluyó "Take me out", de Franz Ferdinand; "Fake plastic trees", de Radiohead; "Sunday bloody Sunday", de U2; "Estranged" de, Guns n" Roses; "Speed of sound", de Coldplay; "Amazing", de Aerosmith y "Reptilia", de The Strokes.