"Todo lo negocie directamente con Carlos Salinas" revela un pasaje del nuevo libro de Carlos Ahumada "Derecho de Réplica" leído en un programa de radio.

Agrega que las negociaciones fueron "muchas veces en presencia de Rosario Robles, con Diego Fernández de Cevallos, con Ramón Martín Huerta, con Eduardo Mediana Mora (actual procurador de la República en aquel entonces director del Cisen), a quien conocí en la oficina de Ramón Martín Huerta, así como con el general Macedo de la Concha, entonces procurador General de la República. Todos ellos intervinieron, formaron parte, realizaron alguna tarea en especial. Pero concretamente negocie con Carlos Salinas y Diego Fernández".

De acuerdo con Ahumada, las negociaciones fueron a cambio de que Salinas y Fernández de Cevallos le pagaran 400 millones de pesos "los cuales nunca me pagaron”, dice.

Los pasajes revelan además algo que no era sabido: el trato que tuvo con el ahora senador perredista e integrante de "Los Chuchos" Graco Ramírez. Dice:

“Recuerdo también que Graco Ramírez iba a mi oficina, me hablaba a mi oficina un sinfín de veces y me prometía que Ana Lilia Cepeda, su cuñada responsable del Centro Histórico, me podía dar obras, me podía ayudar; se me plantaba horas en la oficina, me invitaba a comer, no quería ir con él. La verdad es que ni tenía tiempo, ni me caía bien como para ir a comer; le pedía a Luis Molina, en aquel entonces mi secretario particular, que se fuera a un restaurante con Graco, era una molestia constante”.

Sobre las grabaciones que hizo en su oficina, Ahumada revela que la primera que fue grabada fue la ex-jefa de gobierno del DF Rosario Robles.

“La primera reunión que grabe fue la que sostuve con Rosario Robles regresando de Semana Santa de 2003, un lunes en la noche, y fue porque desde tiempo atrás ya venía pensando que la gente en general no honramos nuestra palabra, pero especialmente los políticos, ese era el caso de Rosario”.

Cabe señalar que desde el principio de los videoscándalos, los panistas negaban que se tratara de un complot para dañar políticamente a AMLO. Inclusive, la primera vez que Ahumada admitió que se trataba de un complot, en una grabación que se le hizo en Cuba, el periodista Ciro Gómez Leyva descalificó la grabación por haber sido hecha supuestamente bajo presión de Cuba y describió a Ahumada, ya preso en México, como "preso político".

Lo que relata Ahumada en su libro, sin embargo, contradice esta tesis.

También cabe señalar que el libro contó con la participación de diversos editorialistas de derecha o por lo menos proclives al gobierno panista de Felipe Calderón como Carlos Marín, Óscar Mario Beteta, Jorge Fernández Menéndez, Pablo Hiriart, Adela Micha, Ricardo Alemán, Ricardo Pascoe, y Carlos Ramos Padilla.