Washington, 8 May (Notimex).- Los gobiernos de América Latina deben tomar acciones urgentes ante la caída de las remesas en dólares por los efectos de la recesión global, según un informe de la organización Diálogo Interamericano divulgado hoy aquí.Los responsables de las políticas de la región "deben tomar la migración y las remesas más seriamente", anotó en rueda de prensa Manuel Orozco, autor del reporte.En 2009, los inmigrantes de América Latina y el Caribe enviarán 64 mil millones de dólares, respecto a los 69 mil millones de dólares enviados el año pasado, de acuerdo con el informe de Diálogo Interamericano.Como resultado de la crisis financiera, los inmigrantes reducirán este año en 7.0 por ciento sus envíos de remesas debido a la pérdida de trabajos, los bajos salarios y una menor migración, así como las continuas deportaciones.Si los gobiernos no toman en serio la inmigración internacional y el impacto por la caída de las remesas, "pagarán un precio significativo, como lo están pagando ahora por no haberse preparado ante la actual crisis", anotó Orozco.Recordó que los inmigrantes utilizaron en 2008 sus ahorros para mantener el ritmo sostenido de envío de dinero a sus familias.De acuerdo con el informe, casi un millón de personas no harán transferencias de dinero este año, mientras que sólo el 40 por ciento de los desempleados lo seguirá haciendo y el 25 por ciento de las personas con trabajo enviará 10 por ciento menos que en 2008.Las cifras significan que un millón de familias en la región ya no se beneficiarán de las remesas y otros cuatro millones recibirán un 10 por ciento menos.Las implicaciones en las economías latinoamericanas se seguirán sintiendo por el hecho de que esas familias perderán una fuente significativa de sus ganancias, que va del 7 al 54 por ciento de sus ingresos.Asimismo, el informe señaló que pese a las iniciativas para que el flujo de remesas familiares expanda el acceso financiero, "esos esfuerzos no han sido suficientes".Destacó los esfuerzos de organismos multilaterales, como el Fondo Multilateral de Inversiones (FIM) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y del sector privado, como la firma Western Union, para mejorar el acceso a los servicios financieros."Pero ¿qué han hecho los gobiernos de América Latina al respecto? Cero", cuestionó el autor del reporte.Recomendó que las políticas para mitigar los efectos negativos de una menor cantidad de remesas incluyan motivar a los inmigrantes a invertir en sus países, incrementar la educación financiera y ofrecer mayores servicios a los que envían y reciben remesas.El creciente control fronterizo y las continuas redadas han afectado el envío de dinero, de acuerdo con el informe, que indicó que una tercera parte de los remitentes confirmó que ese tipo de medidas afectó su decisión de enviar remesas.En los pasados cinco años, el número de repatriaciones se incrementó en forma drástica. En 2007 se registraron 320 mil deportaciones, el 96 por ciento de América Latina y el Caribe, en comparación con las 211 mil de 2003.Entre los países más afectados por la caída de las remesas están Guyana, donde éstas representan el 36 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB); seguido por Haití, con el 30 por ciento, y Honduras, con el 21 por ciento.Además de una mayor acción de los gobiernos para mitigar los efectos de la caída de las remesas de dólares, el informe recomendó una mayor promoción del ahorro, así como incentivos para las inversiones.