Ex colaboradores e hijos de
Miguel de la Madrid, en una reunión, acordaron, a petición de Carlos Salinas de
Gortari, que era indispensable elaborar un control de daños de manera "exprés",
luego de que Carmen Aristegui diera a conocer la controvertida entrevista que mantuvo con el ex presidente.
De esta manera, Francisco
Rojas, Emilio Gamboa, Ramón Aguirre, Enrique y Federico de la Madrid "armaron"
el "arrepentimiento" del ex mandatario sobre las escandalosas declaraciones que
confirman la corrupción que imperó durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
Desde Londres, Carlos
Salinas de Gortari, indignado, ordenó a Emilio Gamboa acudir a la reunión en
Coyoacán para tratar de invalidar las declaraciones de Miguel de la Madrid, y utilizar
como pretexto la enfermedad del ex presidente.
Gamboa se encontraba en la
sala de juntas del PRI en el Senado, a donde llegó para estar presente en la
sesión de la Comisión Permanente, aún no sabía del escándalo.
De voz de Manlio Fabio
Beltrones, Gamboa se enteró que la entrevista, de la cual él ya tenía
conocimiento, había sido divulgada en el espacio radiofónico de la periodista
Carmen Aristegui y el contenido que traía, así como el manejo que se le dio.
Legisladores que estaban en
la Sala de juntas cuentan que en el momento en que Gamboa escuchaba la
narrativa, comenzó a recibir varias llamadas, hasta que finalmente se le
escuchó decir "¡sí presidente!" (a Carlos Salinas de Gortari), para salir,
inmediatamente, del lugar y ya no regresar.
Los líderes priístas
consideraron, preocupados y molestos, que se tenía que convencer a la opinión
pública sobre el precario estado de salud del ex presidente Miguel de la Madrid.
También acordaron no hablar del tema.
Uno de los legisladores
señaló que, fieles al acuerdo de "diluir" el tema, varios operaron para la
redacción de la carta en la que se negó todo "apostando" a la posición de que
el problema era el estado de salud de De la Madrid.
Con información de Diario Reforma