Escándalo Miguel de la Madrid

y el silencio de las autoridades ante este asunto, es la "alerta roja" que indica que no hay instituciones que

frenen el colapso de este régimen, consideró Ernesto López Portillo Vargas,

director ejecutivo del Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde).

El especialista indicó que

"detrás de todo esto hay un problema de instituciones que terminan estando

disponibles para el mejor postor o para el más fuerte postor".

Durante su comentario en un

espacio radiofónico, López Portillo Vargas detalló que en un Estado de derecho

hay reglas y límites, donde no hay Estado de derecho cualquier cosa puede pasar

porque no gobierna la ley sino las personas, y entre esas personas gobiernan

los más fuertes.

Aseguró que si bien el

mexicano promedio no cree que existe Estado de derecho, ahora el golpe que da

el ex presidente Miguel de la Madrid con la frase "la impunidad como condición

de operación de este régimen" deja claro que es la propia impunidad la que

organiza todo.

"La impunidad está acabando

con el diseño institucional porque venimos de un régimen del partido de Estado

que usó la impunidad para organizarse y no hemos encontrado la forma de generar

otro régimen que termine con la impunidad y termine con los delitos de poder",

acotó.

El director de Insyde agregó

que entonces la sociedad mexicana queda a merced de una lucha política que

asoma complicidad con mafias "cuya dimensión ni siquiera podemos imaginar".

Indicó que ante esa

dimensión, las instituciones desaparecen y en primera la del Ministro Público,

quien es la institución que debería de investigar ese tipo de actos, sin

embargo, está políticamente sometido, ya que el procurador depende de la

estructura del Poder Ejecutivo.

"Y ello implica que los

procuradores funcionan a través de una consigna política que abre o cierra los

casos, si no fuera así, las condiciones de Estado de derecho serían más sanas",

resaltó.

López Portillo Vargas

destacó que si las palabras del ex presidente Miguel de la Madrid son ciertas,

entonces quiere decir que la delincuencia penetra, ocupa y le da una nueva

función a las instituciones, de tal manera que no es posible distinguir a los

actores políticos y a la delincuencia organizada en muchos espacios del propio

Estado.

Indicó que si no se genera

un acuerdo de los actores políticos que permitan generar instituciones no

podremos prever con certeza el futuro inmediato del país.

El encargado del Insyde

destacó que el autodesmentido de De la Madrid empeora las cosas porque manda un

mensaje de debilidad ya que es interpretado como consecuencia de sometimiento a

poderes de facto que él se atrevió a denunciar.

"Él mismo se muestra débil,

y los poderes que organizan se muestran frente a la sociedad como capaces de

controlar incluso a quien estuvo en Los Pinos", sentenció.

Ante este panorama, el

especialista advierte que este régimen es gobernado por personas y no por

leyes; y esas personas son más poderosas que otras.

"Pone en evidencia que la

reacción es un retrato de cómo opera un sistema que está dominado por un grupo

de personas que ha cerrado filas para callar al presidente", puntualizó.