Por Mario Osorio Beristáin. CorresponsalRoma, 24 May (Notimex).- Campeón moderno del "populismo mediático", el primer ministro italiano Silvio Berlusconi goza de amplio consenso pese a la actual fase difícil de su aventura política, en un fenómeno atribuido por expertos a su control de los medios de comunicación.Encontrado culpable de haber corrompido al abogado inglés David Mills, pero sin condena por gozar de inmunidad; acusado por su esposa, Verónica Lario, de "frecuentar a menores de edad", y con un país en profunda recesión, Berlusconi mantiene una popularidad de más de 70 por ciento."Los italianos están conmigo pese a las polémicas", declaró Il Cavaliere el pasado 19 de mayo y mostró un sondeo, según el cual goza de una popularidad de 74.8 por ciento.Esta situación es explicada desde distintas perspectivas que llegan siempre a la misma conclusión: Berlusconi tiene el control de la televisión, es propietario de periódicos y de la principal editorial del país, la Mondadori, entre otros negocios.Un nuevo libro sobre el personaje, titulado "El síndrome de Arcore", del periodista Giovanni Valentini, consideró que esa popularidad obedece al hecho de que el pueblo de teledependientes italianos se ha enamorado de su carcelero, como sucede con los secuestrados que presentan el "síndrome de Estocolmo"."La anomalía italiana, personificada por un jefe de gobierno que de facto dispone de seis canales televisivos nacionales, no tiene paragón en el mundo civilizado", dijo el autor, que en el título del libro hizo referencia a Arcore, la localidad milanesa donde Il Cavaliere tiene su cuartel general.Recordó que Berlusconi es propietario de la principal televisora privada, Mediaset, que cuenta con tres canales y que como jefe de gobierno controla indirectamente otros tres canales de la televisión pública, la RAI."No existe ningún otro país en el mundo en el que ocurra algo similar, por lo que se puede decir legítimamente que se trata de una tele-dictadura, fundada sobre el control de la televisión y, por lo tanto, del consenso popular", señaló.También el sociólogo y experto de medios de comunicación, Domenico De Masi consideró que en Italia se está creando un primer ejemplo de dictadura mediática en el mundo.Opinó que pese a que en el extranjero Berlusconi suele ser subestimado y considerado un personaje "ridículo y kitsch", lleva a cabo, quizá sin ser consciente de ello, la primera experimentación mundial de una dictadura mediática.Una dictaura suave que con la televisión "vuelve ciegas a sus víctimas", dijo De Masi en un reciente encuentro con la prensa.Según el politólogo Giovanni Sartori, una de las características de las dictaduras es el monopolio de la información y, en ese sentido, la Italia de Berlusconi se acerca al paradigma.En el documental "Ciudadano Berlusconi", de la televisora estadunidense PBS (Public Broadcasting Service) y censurado en Italia, Sartori subrayó que el primer ministro "está presente en toda actividad importante", controla la información, la publicidad y condiciona a gran parte de la prensa.Pero además los expertos consideran que Berlusconi encarna al "archi-italiano", es decir, concentra vicios y virtudes de sus compatriotas, además de que cuenta con una gran capacidad de comunicación."Berlusconi es un formidable colocador, un profesionista que lograría vender un refrigerador a un esquimal", ironizó Valentini, según el cual el ícono público del magnate se funda en la religión de la apariencia y en su fe en la imagen.Sin embargo, dijo que antes que en la televisión, su popularidad se basa en la mitología del futbol, el deporte más amado por los italianos y que precisamente la escuadra Milán, de la que es propietario, ha sido la que más medallas, copas y trofeos ha conquistado en el mundo."El control dictatorial de los medios de información italianos por Berlusconi representa una real y funesta amenaza para la democracia", advirtió a su vez el periodista británico David Lane en el libro "La sombra del poder".