Taxco de Alarcón, 29 May. (Notimex).- Mientras la obra "12 hombres en pugna" se representó con un impresionante despliegue de seguridad en el Zócalo de Taxco, ante más de dos mil personas; el homenaje que la compañía Skéne rindió a Emilio Carballido con la obra "Orinoco", en el cercano Corral de Comedias de Avenida de los Plateros, resultó todo lo contrario."No es fácil mantener la tradición del teatro universitario y el legado de nuestros más queridos dramaturgos", afirmó el director Pedro Escorcia, quien para montar la escenografía de la obra tuvo que recurrir a las bodegas de una tienda de autoservicio.Los miembros de la compañía, quienes reciben un estímulo económico de la Universidad Autónoma de Guerrero, de 150 pesos a la quincena, celebraron por adelantado que el material para su escenografía iba a ser gratis."Poco nos duró el gusto, porque un supervisor de la tienda nos alcanzó en el estacionamiento y nos dijo que cada una de las 30 cajas tendría un costo de 10 pesos. Creo que no se imagina que esa cantidad es la que algunos de los muchachos reciben en un mes", afirmó Pedro Escorcia.Protagonizada por Amaranta Carmona y Adriana Villanueva, la obra se desarrolla en un barco que navega por el río Orinoco, donde dos bailarinas de cabaret son llevadas con la promesa de una vida mejor. Su presencia suscita una pelea entre los marineros que desemboca en matanza."Es una de las piezas más poderosas de la pluma de Carballido, con innumerables simbolismos y connotaciones acerca del destino, así como de la visión de la mujer como objeto o mercancía que se mantiene hasta nuestros días", afirmó Escorcia.En tanto el único técnico de la compañía Skéne, Rubén Contreras, monta luces, escenografía y prueba sonido; a menos de medio kilómetro, en el zócalo de Taxco, más de una veintena de tramoyistas dan los últimos ajustes para que la obra que reúne a 12 actores de renombre, se desarrolle con los mejores recursos, incluyendo una escenografía con sistema de lluvia artificial con un costo de un millón de pesos.Los cafés con balcón en el perímetro de la plaza principal que ostentaban cartelones de "12 hombres en pugna", se dieron el lujo de apartar sus mesas con vista privilegiada hasta por 200 pesos, además del cubierto y la cena.Sigue Es vital mantener. dos. cena.Mientras tanto, en el Corral de Comedias, Pedro Escorcia ayuda a su asistente Margarita Cortés a cargar las cajas de escenografía y mira a momentos la llegada del escaso público.Comenta que para el montaje de Orinoco los actores elaboraron su propio vestuario y armaron unas marionetas de marineros que les permitirán enriquecer la atmósfera del barco imaginario."La falta de recursos no son pretexto para no montar algo de calidad y rendir tributo de la manera más digna a esos autores que son pilares de nuestro teatro, como Carballido", dijo.El año pasado montamos también, en las Jornadas Alarconianas, una obra sobre la temática del 68 prácticamente sin dinero. "Lo importante es el amor al oficio", destacó.Mientras se desarrolla la pieza teatral donde Adriana y Amaranta interpretan a las bailarinas Mina y Fifí y se utiliza un pequeño barco de caña para establecer simbólicamente la travesía por el Orinoco, Escorcia afirma que el legado de Carballido sigue vigente en la cultura contemporánea."Hoy más que nunca impera la idea de lucrar con el cuerpo de la mujer como mercancía. La mayoría de las revistas colocan en sus portadas a mujeres en bikini o desnudas como gancho para la venta. En Orinoco, Carballido visualizó esta tendencia de la sociedad y plasma una condición de profunda soledad para las mujeres que navegan en ese barco como meros objetos", acotó.Finalmente dijo que las Jornadas Alarconianas permiten que las compañías que mantienen una tradición de teatro apartado de los circuitos comerciales, encuentren un foro de expresión y difundan su trabajo de manera gratuita entre el público."Por supuesto que nos gustaría tener más público, más recursos, pero ante todo deseamos mantener viva una propuesta honesta, con obras de complejidad estética y dramática, ese es el mejor pago para nosotros, los teatreros de corazón", concluyó Pedro Escorcia.