México, 8 Jun. (Notimex).- La historia del crimen del sacerdote guatemalteco Juan Gerardi, contada como si se tratara de una novela, pero con total apego a la realidad, es el hilo central del texto "El arte del asesinato político. ¨Quién mató al Obispo?", del escritor Francisco Goldman.En entrevista con Notimex, el autor de origen guatemalteco, aseguró que se trata de un "thriller" de la vida real lleno de conspiraciones, donde da cuenta del asesinato de monseñor Gerardi, el 26 de abril de 1998, el crimen que conmocionó a Guatemala.Afirmó que su asesinato fue un crimen de Estado en el que participaron militares y ex guardaespaldas de la Prtesidencia de ese entonces. "Su muerte fue fruto del ejército, algunos medios comprados y el gobierno", añadió.Recordó que en 1988, la Conferencia Episcopal de Guatemala delegó a monseñor Rodolfo Quezada Toruño y a monseñor Juan Gerardi para participar en la Comisión Nacional de Reconciliación.Indicó que ahí, Gerardi creó la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, desde donde investigó las víctimas de la violencia y la violación sistemática de los derechos humanos en su país, a finales de los 70 y principios de los 80.Destacó que fue Gerardi quien llevó a cabo el proyecto Interdiocesano Recuperación de la Memoria Histórica (IRMH), con el fin de conocer la verdad de los múltiples crímenes cometidos en su patria, sobre todo durante el gobierno del pastor evangélico Efraín Ríos Montt, militar de carrera, y expresidente de facto.Subrayó que el informe fue presentado el 24 de abril de 1998 y en donde se probó que aproximadamente el 90 por ciento de los crímenes de lesa humanidad, en contra del pueblo de Guatemala, fueron cometidos por el ejército y no por la guerrilla, como el gobierno mantenía."Ese informe fue la causa de la muerte de Gerardi. Bajo el nombre Guatemala: Nunca Más, el documento era el resultado de un ambicioso proyecto de investigación que había durado tres años, y movilizado a más de 600 voluntarios."El horror con nombre y apellidos", así es como lo llamó la prensa local, aludiendo a las más de 50 mil víctimas de la guerra civil que identificaba", explicó.Comentó que las primeras hipótesis de los investigadores del gobierno, parecían una farsa producto del más negro realismo mágico."Iban desde un crimen pasional entre homosexuales, a una red de traficantes de arte sacro dirigida por la hija ilegítima de otro prelado, cuyos robos había descubierto Gerardi, y hasta el ataque de un perro propiedad de otro sacerdote", expresó.Refirió que por la muerte de Gerardi fueron condenados varios militares, ex guardaespaldas de la presidencia y el sacerdote Juan Orantes. Incluso, la jueza del caso, tuvo que exiliarse en España, víctima de múltiples amenazas.Se trata de un caso insólito y que nunca antes había sucedido. Lo fraguaron, un crimen que había quedado en la impunidad, agregó el autor, quien reveló que ha sido intimidado y recibido amenazas de muerte de Guatemala hasta Nueva York, ciudad donde vive actualmente.Dividido en cinco capítulos, la obra de Francisco Goldman se lee como una novela, pero se siente como las noticias de los diarios.Tras ocho años de investigación, Goldman, guatemalteco- estadounidense, cuenta en poco más de 500 páginas la historia sin fin de un asesinato.