México, 15 Jun. (Notimex).- Una video-instalación de dos canales, acompañada de una serie de fotografías sobre Tlatelolco, será el trabajo que estrenará el artista visual Enrique Méndez de Hoyos, a partir del 25 de junio en el Laboratorio de Arte Alameda en esta ciudad.Titulada "Síntomas y Huellas", se trata de un trabajo en el que por medio de la simultaneidad visual y la narrativa, construye una trayectoria de des encuentros entre dos personajes, un vagabundo y un travesti, quienes vagan por el espacio de Tlatelolco, inmersos, uno en la obsesión y el recuerdo, y el otro, en la enajenación y la autosuficiencia."Ambos representan un universo de dualidades: ser hombre y mujer al mismo tiempo, vivir entre la cordura y la locura, y entre el pasado y el presente. Para ellos, Tlatelolco es más que un escenario, es la alegoría de una yuxtaposición histórica y cultural. Es el lugar de la muerte y la supervivencia", explicó el artista a Notimex.Méndez de Hoyos define su propuesta artística como un trabajo con el que fusiona el cine actoral, con el video-arte."Es como si tuviéramos la posibilidad de mezclar estos dos lenguajes: el que viene del cien experimental y el de cine de autor", dijo.En "Síntomas y Huellas" existe una intención muy definida de parte de su creador: la de explorar de sitios históricos, que representan espacios de trauma social y la posibilidad de diversificar las imágenes narrativas que aluden directamente a dicho trauma y que están inscritas en la memoria colectiva.En el video de 11 minutos se presenta Milano, el vagabundo, quien representa una obsesión de la memoria de 1968 y 1985."Se trata de un personaje que vive de alucinaciones sobre el pasado y lo que me interesaba era relacionarlos dentro de un universo borrado, es decir, que regresará una y otra vez a las fechas antes mencionadas", dijo.Por otra parte, resalta Shmeilitzin, el travesti quien deambula por las calles de Tlatelolco, y que representa el aquí y el ahora."Para Shmeilitzin, Tlatelolco no es más que un escenario que sirve para su propio lucimiento. Representa un poco el egocentrismo, la banalidad y el olvido absoluto. Para él, no existe este evento traumático a diferencia del vagabundo", explicó.Concebida como una instalación en la que se proyectan dos videos simultáneamente, la obra esta acompañada de una serie de fotografías que niegan la diferenciación habitual entre "documento" y "ficción".Posiblemente las fotos sean una documentación de una ficción o de una puesta en escena. Lo cierto es que ese montaje es un testimonio de las fricciones y las ficciones con que se constituye ese ámbito resquebrajado que es la memoria colectiva."Lo que me llevó a crear estos personajes, fue Mictlantecuhtli, el señor del Mictlan o lugar de los muertos. En realidad pensé como traer la historia de Tlatelolco, su pasado y presentarla", subrayó.Según Méndez de Hoyos, lo que le interesa de su propuesta es la resignificación de lugares y fechas históricas, pues en su opinión, existe una serie de efemérides que están al margen del calendario oficial y que son necesarias revalorarlas, darles un significado que tuvieron culturalmente.Tlatelolco es la huella y el síntoma. Como síntoma, es la evidencia que denuncia el trauma y la enfermedad.Como huella, es la prueba de un contacto doloroso, es el residuo de un tránsito o de múltiples pasajes y es la reafirmación de un lugar. Tal vez la arqueología ha venido a demostrar, mejor que nada, que son las huellas y los signos los que dan sentido de emplazamiento a un lugar."Lo que da un magnetismo especial a Tlatelolco es su vitalidad. Tlatelolco es de los pocos sitios que permanece densamente poblado, donde se pueden atestiguar los cambios y la etapa actual", abundó."Síntomas y Huellas" se exhibirá hasta el 9 de agosto en el recinto ubicado a un costado de la Alameda Central.