Washington, 27 Jun (Notimex).- Los gobiernos de las Américas condenaron hoy el golpe de Estado que depuso al presidente de Honduras, Manuel Zelaya, y demandaron su inmediata reinstalación en el cargo.

En sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), los 34 países miembros se pronunciaron a favor de mantener a este cuerpo político en sesión permanente hasta el restablecimiento del orden institucional en aquella nación.

Aunque la condena fue expresada de manera individual, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, dejó en claro la necesidad de un pronunciamiento colectivo.

"Necesitamos la condena", dijo Insulza a los embajadores, poco después de haber sostenido una conversación telefónica con el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, en torno a la situación en Honduras.

Insulza, quien tenia previsto viajar a Honduras en acatamiento de la resolución aprobada el viernes por el Consejo, dijo haber conversado también esta mañana con el presidente de la Corte Suprema de Honduras, Jorge Rivera Avilez.

El directivo de la OEA partió poco después a Managua para participar en la reunión del Consejo de Integración Centroamericana (SICA), donde dijo que se espera la presencia de Zelaya.

La sesión del Consejo Permanente fue suspendida para dar paso a una reunión de trabajo de la que se espera emane una resolución que asiente la postura de la OEA.

A decir del embajador de Venezuela, Roy Chadderton, se espera que esta resolución contenga la condena de la OEA, demande la restitución de Zelaya y se pronuncie a favor de convocar una reunión emergente de cancilleres.

Los embajadores discuten también la propuesta de Brasil de que el Consejo se mantenga en sesión permanente hasta la reinstalación del mandatario hondureño.

Chadderton tuvo las palabras más duras de la sesión, al referirse a la asonada como el momento en que "alguien abrió la jaula de los gorilas".

En su turno, el embajador de Paraguay, Manuel María Cáceres Cardozo, urgió a sus colegas a enviar un mensaje inequívoco.

"Esto no tiene que volver a suceder, esto es inadmisible", indicó.

El embajador de Argentina, Rodolfo Hugo Gil, hizo eco de esta posición, al señalar que "no podemos ser ni débiles ni dubitativos frente a hechos de esta naturaleza".

Gil se pronuncio también por dar un ultimátum a los golpistas y quienes respaldaron la acción de los militares, algo que generó reacciones encontradas.

Chadderton consideró que un ultimátum abriría la puerta a establecer un diálogo con los golpistas, escenario que consideró inaceptable.

El embajador de Honduras Carlos Sosa Coello dijo que a periodistas durante el intermedio que la OEA no podía entrar en negociaciones "con quienes no tienen una voz legítima".