Por George Rodríguez. CorresponsalSan José, 23 Jul (Notimex).- El fracaso de la mediación costarricense para conjurar la crisis institucional de Honduras anticipa una espiral de violencia en ese país, dijeron hoy observadores políticos costarricenses."La mediación pareciera haber llegado a un punto muerto", dijo a Notimex el analista político Luis Guillermo Solís."No puede sustituir el mediador la voluntad de las partes, y pareciera que hay una gran intransigencia de ambas", lo que "no refleja una decisión sostenida de avanzar hacia una salida de consenso", agregó.Solís dijo que una posibilidad es que la crisis se eleve a un siguiente escalón, que es la mediación de otros grupos regionales o una mediación internacional.No desestimó sin embargo "el recurso de la fuerza, que puede ser el peor de todos, pero que también es una posibilidad".Expuso que una eventual radicalización del conflicto hondureño podría conducir casi a una guerra civil.a su vez, Jorge Coronado, dirigente del movimiento social de Costa Rica, planteó que ante la intransigencia del régimen de facto hondureño, "el escenario de la resolución de la crisis se traslada al factor interno".Esto significa, expuso, que la presión de los sectores populares y del pueblo en general, así como de los movimientos sociales, pudieran llevar a un colapso del régimen que encabeza Roberto Micheletti.De hecho, el movimiento social hondureño organizó para hoy y mañana un paro nacional con bloqueo de carreteras e interrupción masiva de servicios, entre ellos agua potable, energía eléctrica, internet y telefonía.Coronado dijo que estas acciones fueron adoptadas en preparación para el anunciado regreso al país del derrocado presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, algo a lo que el régimen de facto se opone firmemente.Ante el nivel de intransigencia de los golpistas, la debilidad de la presión internacional contra el régimen de facto y la fortaleza de la resistencia interna, podrían conducir a un escenario de una confrontación, advirtió.Añadió que el regreso de Zelaya en las próximas horas se presenta como un potencial catalizador de la agudización de la crisis."El regreso implica acentuar la contradicción, pero es que ya no hay vuelta tras, ya es una demanda cada vez más creciente, de la resistencia interna y de la gente, de que regrese ya, de que () ya no postergue más su regreso", señaló.