Estelí,

Nicaragua.- El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, al llegar la

noche de este jueves a esta ciudad del norte de Nicaragua, dijo que intentará

llegar caminando hasta Tegucigalpa con la finalidad de forzar la salida del

gobierno de facto. 



El

mandatario derrocado el pasado 28 de junio por un golpe de Estado dialogó con

el amplio grupo de periodistas que lo acompaña desde Managua, donde ayer por la

tarde salió con la intención de cruzar la frontera en los próximos días. 



Resaltó

que no tiene temor, aunque sabe que existen muchos peligros y graves riesgos en

su intento de reingresar al territorio hondureño, de donde fue expulsado el día

del golpe. 



Mencionó

que intentará dialogar con los soldados hondureños y convencerlos de que sigue

siendo su comandante en jefe, para que se pongan bajo sus órdenes y no disparen

contra los manifestantes que están llegando a la línea divisoria. 



Reveló

que del lado hondureño se han colocado siete retenes desde la capital

Tegucigalpa hasta la frontera, los autobuses están siendo requisados por los

soldados antes de que lleguen al puesto fronterizo de Las Manos, ubicado a unos

250 kilómetros al norte de Managua. 



Zelaya

se mostró de buen ánimo, dijo sentirse fuerte, con capacidad de despertar la

resistencia pacífica entre sus seguidores. 

Contó que mañana temprano saldrá

de esta ciudad hacia la línea divisoria y alrededor del mediodía pretende

llegar a un puesto fronterizo. 



Zelaya,

quien este jueves dio por terminado el periodo de mediación que sin éxito llevó

a cabo el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, está acompañado en la caravana

por el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, y por el legendario comandante

Cero, Edén Pastora.