Las Manos, frontera Nicaragua-Honduras, 24 Jul (Notimex).- El depuesto presidente Manuel Zelaya afirmó hoy a Notimex que ingresó de forma simbólica a Honduras por este puesto fronterizo para ejercer una "acción de soberanía".

No obstante, dijo que la prudencia lo llevó a detener su avance hacia el interior para evitar eventuales enfrentamientos violentos.

Zelaya también reconoció que ha tenido ya tres contactos con asesores del gobierno de facto de Roberto Micheletti para tratar de hallar una solución a la crisis constitucional.

Los seguidores de Zelaya que le han acompañado por varias horas en la línea divisoria, a la que llegó este viernes luego de emprender la víspera su viaje desde Managua, a gritos le pidieron que ingresara más allá de la guardarraya.

El derrocado mandatario dijo: "estoy ejerciendo un momento de soberanía, un ingreso simbólico".

Pero decidió volver al sector nicaraguense porque, afirmó, "no quiero provocar" a los militares y policías hondureños fuertemente armados en la vigilancia del puesto fronterizo.

Zelaya, quien fue derrocado por un golpe de Estado cívico-militar el pasado 28 de junio, tiene en su contra varias órdenes de arresto por presuntos delitos cometidos en su gestión, como son traición a la patria, entre otros.

Zelaya dijo que ha iniciado contactos con asesores del gobierno de facto de Micheletti, porque ninguna de los dos partes puede gobernar con plenitud.

"He tenido tres llamadas con asesores" del gobierno de Micheletti "para tratar de resolver la crisis, pero no quiero arriesgarme a actos de violencia", confió a la Agencia de Noticias del Estado Mexicano.

"Tengo claro que se pueden producir actos de violencia y no quiero ser la causa de esa violencia", manifestó.

Aseguró que Micheletti "no puede gobernar contra el pueblo y contra un presidente exiliado".

Aunque reconoció: "yo tampoco puedo gobernar sin un acuerdo con las fuerzas armadas. lo mejor es llegar a un entendimiento con el respeto a la voluntad popular soberana".

Después de tres horas de su ingreso simbólico a territorio hondureño, donde tocó el rótulo que da la bienvenida a su país, Zelaya se devolvió al lado nicaraguense.

Dijo haber decidido esperar "todo el tiempo necesario para tratar de encausar la crisis política a un diálogo directo con los militares y con los civiles".

Indicó que hará "todo lo que se debe hacer" para tratar de encontrar una solución.

Descartó sin embargo volver a la mesa de negociación con la mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, porque ese espacio "ya está eliminado después de dos sesiones sin ningún resultado".

Los simpatizantes de Zelaya han insistido en arroparle para intentar su retorno a Honduras, algo que parece no está en el objetivo inmediato del mandatario depuesto.

Por más de tres horas Zelaya brindó declaraciones a los medios de comunicación sobre las alternativas en las actuales circunstancias del retorno y del fracaso del diálogo mediado por Arias.

La familia de Zelaya está intentando llegar a Las Manos, puesto fronterizo ubicado a unos 240 kilómetros al norte de Managua, después de superar retenes militares en el tramo de la localidad de El Paraíso (Honduras) hasta la frontera.

Según anunció Zelaya, estaba previsto que llegara a este lugar el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, sin embargo, no se produjo su arribo.

Es posible que el mandatario defenestrado retorne a la cercana ciudad de Ocotal, a unos 25 kilómetros de aquí, donde pernoctaría esta noche.