El presidente legítimo de México, Andrés Manuel

López Obrador, señaló que luego del fraude electoral fue imposible que Felipe

Calderón pudiera gobernar, toda vez que no tenía legitimidad ni autoridad moral

y política.

"La crisis se agravó cuando la

oligarquía decidió imponer a Felipe Calderón para impedir un verdadero cambio...

En un entorno de crisis, era prácticamente imposible que Calderón pudiese

ejercer el poder, atado a los intereses creados y aplicando la misma política

antipopular y entreguista de sus antecesores. Desde su origen, el gobierno espurio

estaba condenado al fracaso", sentenció.

No obstante, Andrés Manuel pidió no caer en la

confusión, pues el desplome de Calderón no quiere decir que hayan perdido

fuerza los que realmente mandan y deciden en el país.

"Una vez más estamos siendo testigos de la

restauración del mismo régimen, una operación que antes se llevaba a cabo al

final de cada sexenio y que ahora, por la descomposición social y la falta de

decisión para enfrentar los problemas, se tiene que efectuar cuando el gobierno

de Calderón ni siquiera ha cumplido tres años", agregó.

En este contexto, la oligarquía permitió con

mucho dinero y con el apoyo de los medios de comunicación que resurgiera el PRI

y con ello tratar de imponer a Enrique Peña Nieto como candidato a la

Presidencia de la República en 2012, con el solo propósito de seguir

manteniendo la misma política de corrupción y privilegios. "Todo esto sin

pensar en el deterioro de la vida pública ni en la postración del pueblo; eso

es lo que menos les preocupa. Es más, son tan desalmados que no les importó

convertir a Calderón en un chivo expiatorio", advirtió.

En un manifiesto dirigido al pueblo mexicano, el

presidente legítimo agregó que hay que tener en cuenta que los

potentados no están dispuestos a permitir ningún cambio que ayude realmente a

enfrentar la crisis económica.

"Para ellos es intrascendente que México sea uno

de los países con menor crecimiento en el mundo o que no se generen empleos.

Les da igual que se deje sin apoyo a los productores del campo, a los pequeños

y medianos empresarios o que se termine de arruinar la industria eléctrica y la

del petróleo", subrayó.

Y advirtió que su estrategia es seguir protegiendo

a los monopolios, utilizando el presupuesto público y las reservas

internacionales del Banco de México para rescatar y favorecer a banqueros y a

grandes empresarios.

Andrés Manuel López Obrador indicó que en la

próxima legislatura, en vez de reformar las leyes fiscales para que los

potentados paguen impuestos en proporción a sus ganancias, "tratarán de cobrar

IVA por la comida y los medicamentos, y harán todo lo posible para recaudar

más, aumentando el precio de las gasolinas, de la luz y de otros bienes y

servicios".

Ante

este escenario, hizo un llamado a trabajar cotidianamente en la organización

del pueblo para frenar el proceso de descomposición social e iniciar la

transformación de México, y para ello, Andrés Manuel planteó una serie de

tareas.