México, 4 Ago (Notimex).- El presidente de Honduras, José Manuel Zalaya Rosales, afirmó que sólo regresará a ocupar su posición a la cabeza del gobierno de su país de manera pacífica, para restablecer la paz y la justicia.Al ofrecer una conferencia de prensa conjunta con el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, en la residencia oficial de Los Pinos, el hondureño expuso que su retorno es necesario porque fue un mandato y decisión del pueblo hondureño elegirlo presidente.Luego de anunciar que a finales de esta semana viajará a Brasil por invitación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, subrayó que en Honduras sólo hay una forma de elegir al presidente y es a través del voto, al igual que en México sus presidentes son electos por el pueblo y no por cúpulas militares o el Congreso."Allá (en Honduras) no los eligen las cúpulas militares, ni el Congreso puede destituir a un presidente para poner a otro si el presidente está en plenas facultades, sólo cuando ha muerto, cuando ha desaparecido físicamente", dijo.Sostuvo que él es quien ejerce el mandato y lucha por sacar a los usurpadores del poder, pero lo hace con el uso de todas las armas pacíficas porque es la manera más civilizada de hacerlo.Se refirió a "la comunidad internacional, la diplomacia, la Carta Democrática de Naciones Unidas, la Carta de Naciones de la OEA, todos los instrumentos pacíficos para que el retorno sea con las garantías pacíficas y que el pueblo deje de padecer la represión que en este momento está sufriendo".Explicó que pide solidaridad de los países y de todos, incluso de los medios de comunicación, porque no basta condenar el golpe sino que hay que denunciar las violaciones graves a los derechos humanos que están sucediendo en Honduras, por un régimen que quiere imponer "el golpe a trocha y moche, a fusil, arma y plomo".A pregunta expresa de cuándo y cómo volvería a su país, respondió:"Sí considero que para que vuelva la paz en el país, para que el país vuelva a disfrutar de la calma que tenía durante mi gobierno y para que vuelva a imperar el proceso de desarrollo de la justicia que estamos implementando, es necesario el retorno de su servidor a la Presidencia de la República".Ello "porque fue un mandato del pueblo y es una decisión del pueblo hondureño. Esto es una condición sine qua non para la paz en Honduras", apuntó.sigueDebo.dos.apuntóPrecisó que si su posición hubiera sido desde el principio devolver violencia por violencia, "del ojo por ojo", el Ejército hondureño ya estuviera vencido porque es muy pequeño para mantener una proporcionalidad en Centroamérica."Pero mis posiciones han sido más bien que no se utilicen armas y que no se conteste con violencia y barbarie, como ellos lo están haciendo con nosotros. Pacífica y cívicamente estamos haciendo acciones", subrayó.Apuntó que su presencia en Ocotal, Nicaragua, es un símbolo de resistencia pacífica, pero también es un símbolo que les garantiza la Constitución de la República hondureña que reza que "nadie debe obediencia a un gobierno que surge por la fuerza de las armas".En ese sentido reiteró que el pueblo tiene derecho a la insurrección para retornar el orden democrático a su país; aclaró que la insurrección es un derecho constitucional en los hondureños, y que por eso ha llamado a una insurrección pacífica.Alertó que en América Latina se abre un expediente que se tenía en el pasado, pues si nace la violencia en la derecha volvería a renacer aquella de los grupos sociales que hace 20 años, después de la caída del Muro de Berlín, dejaron las armas.Citó que hay ejemplos en la región de que por medio de las urnas se gana más, como lo han demostrado el Frente Farabundo Martí que acaba de ganar las elecciones en El Salvador, o el Frente Sandinista que ganó hace poco en Nicaragua. "Se dejaron las armas por las urnas y los votos"."Pero si ahora se dice que las urnas y los votos no son necesarios, al aparecimiento de las armas por las derechas recalcitrantes (.) están abriendo un expediente muy grave para nuestra región, al cual todos debemos de oponernos", advirtió.