(Guadalajara, Jalisco) El

diario El Informador de Guadalajara, el cual tiene fuertes nexos con El

Universal de Juan Francisco Ealy Ortiz, publicó una nota en la que

ataca a diversos activistas sociales que se han opuesto a los intereses políticos

del gobernador panista de Jalisco, Emilio González.

Claramente

en línea con la postura intolerante del PAN de Emilio González y

Francisco Ramírez Acuña, El Informador publicó una serie de perfiles

de activistas sociales de izquierda a quienes tachó de "profesionales

de la movilización".

Los perfiles, de acuerdo con fuentes

consultadas por SDPnoticias.com, fueron filtrados por el propio

gobierno de Emilio González con la intención de generar un linchamiento

público hacia los activistas.

Sin presentar ninguna evidencia

que sustentara su acusación, El Informador afirmó que los activistas

"promueven bajo la fachada de auténticos intereses ciudadanos, sus

propios objetivos personales y de grupo, con matices políticos y

económicos." Sin embargo, entre los activistas que se encuentran en la

"lista negra" publicada por el diario aparecen profesionistas y

académicos que viven de sus respectivos empleos.

Peor:

para El Informador la represión a golpes en la "Macromarcha" del pasdo

29 de agosto no es causa de alarma, sino el hecho de que uno de los

golpeados y encarcelados es Saúl Cotero Bernal, es hermano de un socio

de un dirigente de camioneros.

Alega además que por el simple

hecho de que diversos activistas siempre participan en

manifestaciones--y por lo cual precisamente son

activistas--supuestamente benefician intereses parciales. Entre los

nombres de manifestantes que El Informador identifica se encuentran

Jaime Hernández Ortiz, Moisés Guerrero Rincón y Gilberto Parra

Rodríguez. Según El Informador, el pecado de estos activistas es

"abiertamente sostienen ideologías y relación con organizaciones

políticas, y consienten en apoyar movimientos que se asegura, son

abiertamente ciudadanos."

Para El Informador "las constantes

acciones de resistencia civil, que en su mayoría acaban redituando a

favor de estos grupos, afectan inexorablemente a los miles de

ciudadanos que quedan atrapados en los bloqueos y plantones." Es decir,

para El Informador un poco de tráfico amerita el señalamiento del

activismo social es reprobable.

Según el diario tapatío, el

intentar generar una especie de linchamiento público contra los

activistas se justifica ya que, alega, las manifestaciones afectan a

terceros que se encuentran con calles cerradas, bloqueos viales,

pérdida de tiempo y contamiación.

El Informador alega haber

consultado a "especialistas" para segurar que los activistas son "un

grupo de personas interesadas en fines particulares, ajenos a los

principios que dicen defender." Sin embargo, fuentes consultadas por

SDPnoticias.com, como ya se dijo, dieron a conocer que se trata de

filtraciones del propio gobierno panista, el cual ha tenido que

retroceder en diversos actos reprobables, como el donativo a un

santuario cristero, debido a las protestas sociales.

Increiblemente, El Informador se contradice a si mismo al admitir que

"no hay límite para tomar parte en ningún movimiento civil de protesta.

Ni tampoco existe en la ley una restricción para tomar parte en

cualquier cantidad de plantones o marchas", lo cual invalida la tesis

de que se trata de "profesionales de la movilización." El alegato de El

Informador, como resultado, se basa en que, según ese diario, "hay

constancia de las relaciones que han sostenido estas personas, ya

sea con instituciones que tienen un fin de lucro o con instituciones

públicas como partidos políticos u otras legalmente establecidas."

Es

decir, para El Informador el que un activista tenga algún tipo de

relación con un partido político automaticamente lo descalifica para

ejercer el derecho constitucional a la libre manifestación de ideas.

El

diario lista a varios activistas sociales con expedientes muy

completos, dignos de cualquier gobierno represor, sobre diferentes

activistas. Pero irónicamente, se trata en la mayoría de los casos de

gente que tiene otros empleos y por ende no necesitan del activismo

como un modo de vida.

La lista incluye a:

Jaime Hernández

Ortiz, abogado, editorialista de La Jornada Jalisco, colaborador de

www.sdpnoticias.com, profesor universitario del Departamento de

Ciencias Jurídicas de la UdeG y exdirector del Politécnico de la UdeG.

El Informador lo acusa de ser "miembro de las Redes Ciudadanas de AMLO"

y de haber participado en las protestas contra las presas Arcediano y

Zapotillo, contra el apoyo económico a Televisa y TV Azteca de parte

del gobierno del Estado y contra el donativo que la administración

estatal hizo al Santuario de los Mártires.

Moisés Guerrero

Rincón, maestro, al que El Informador culpa por haber sido el

"principal movilizador en contra de las reformas al ISSSTE, contra la

renovación de placas... contra el donativo al Santuario de los

Mártires".

Gilberto Parra Rodríguez, ex-diputado federal;

fundador del PRD en Jalisco, que ha marchado, entre otras causas, "en

contra al donativo al Santuario de los Mártires" y a favor de los

ex-braceros, y al que El Informador señala por ser "activista en contra

del Grupo Universidad de Guadalajara" y por ser promotor de "la

iniciativa de lye a favor de apoyar económicamente a los adultos

mayores."

José Luís Sánchez González, quien ha protestado

también contra el incremento de placas; contra el donativo al Santuario

de los Mártires, contra el donativo a Televisa, contra el torneo de

golf de Lorena Ochoa pagado por el gobierno estatal y al que El

Informador incrimina por haber estado a "favor del voto por voto en

apoyo a AMLO, durante las giras de Felipe Calderón".

El común

denominador que El Informador le pone a practicamente todos los

activistas de izquierda es el apoyar a Andrés Manuel López Obrador.

Finalmente, El Informador pretende validar la acusasión de que las

manifestaciones no son ciudadanas citando a académicos que alegan que

muchas marchas no lo son. Sin embgargo, en ningún momento los

académicos señalan alguna de las manifestaciones en las que

participaron los activistas señalados por el diario como "no

ciudadanas."

Esto apunta hacia un intento del diario por justificar, como dijimos,

un linchamiento público cuyo único benefiario sería el PAN y en

particular el principal afectado por las manifestaciones ciudadanas: el

gobernador panista Emilio González.