El gobierno actual en Honduras sacó del aire al Canal 36 y a la emisora Radio Globo, en Tegucigalpa, medios informativos que servían de micrófono al Frente de la Resistencia al golpe de Estado y al presidente depuesto, Manuel Zelaya, para que se comunicara con el pueblo.
La acción se realizó luego de la publicación del decreto que suspende cinco garantías constitucionales por 45 días que prohíbe "emitir publicación por cualquier medio hablado, escrito o televisado, que ofendan la dignidad humana, a los funcionarios públicos, o atenten contra la ley, y las resoluciones gubernamentales; o de cualquier modo atenten contra la paz y el orden público".
Cabe recordar que desde que se dio el golpe de Estado, encabezado por Roberto Micheletti, comenzó la persecución a los medios que eran afines al Zelaya.
El portavoz policial Orlin Cerrato detalló que de acuerdo con la orden de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) la decisión "fue motivada por las acciones de llamar a la violencia y a la insurrección al pueblo hondureño" efectuadas a través de los dos medios por Zelaya y por dirigentes del movimiento de resistencia que lo respalda.
Agregó que los equipos de los dos medios fueron decomisados y las zonas se encuentran acordonadas.
Por su parte, Manuel Zelaya manifestó su indignación por el cierre de la radioemisora Globo y el canal 36 de televisión opositores al régimen de facto.
"Las únicas dos voces que tenían el pueblo para comunicarse Radio Globo fueron asaltadas por los militares, desmantelando su equipos y capturando a las personas que estaban ahí...además, declararon un estado de sitio de 45 días, estado de sitio criminal que prácticamente lleva a este país al abismo económico y político", subrayó el presidente depuesto.