Un grupo de "voladores" mexicanos se mostró hoy "muy orgulloso" de que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) haya nombrado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a la Ceremonia Ritual de Voladores.

"Es muy importante para que nuestra cultura que esta tradición prehispánica tan antigua se conserve", dijo a Efe Ernesto García, que lleva más de quince años dedicado a este ritual típico del municipio de Papantla, en el estado de Veracruz (este).

Junto a la decisión de designar a esta tradición como Patrimonio Inmaterial, la UNESCO reconoció hoy en Abu Dhabi (Emiratos Arabes Unidos) a la Peña de Bernal, en el estado de Querétaro, por ser un lugar de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán.

Estas dos tradiciones culturales mexicanas formarán parte de la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de esta organización.

Lorenzo García tiene 27 años y desde niño practica la danza de los voladores.

Este espectáculo se realiza "en un tubo de treinta metros del que se cuelgan cuatro personas, que representan los cuatro puntos cardinales, y descienden boca abajo mientras otra persona, que representa al sol, toca la flauta y el tambor", explicó.

"Es un ritual dedicado al dios sol y a los cuatro puntos cardinales que realizaban los Totonacas como modo de agradecimiento y en épocas de sequía para pedirle agua al dios de la lluvia para poder cultivar", añadió.

Según García, hay un total aproximado de 500 voladores que, distribuidos por toda la República mexicana, mantienen viva esta tradición con sus actuaciones.

Este reconocimiento ha sido posible gracias a las gestiones realizadas desde Veracruz por el Centro de las Artes Indígenas de Cumbre Tajín, que hoy recordó en un comunicado las razones de la decisión de la UNESCO.

Entre otras cosas, el organismo internacional decidió reconocer esta tradición por haber sido "transmitida de generación en generación y recreada constantemente por las comunidades involucradas".