En un comunicado de prensa el Sindicato nacional de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos de la República Mexicana, expresó su apoyo a los electricistas luego de que la Secretaría del Trabajo le negara la toma de nota a Martín Esparza.

En franco repudio hacía las autoridades federales por la intromisión que estos pretenden al no reconocer los liderazgos legítimamente obtenidos y ante la semejanza que existe entre ambos gremios, por la persecución política contra Napoleón Gómez Urrutia, lo mineros hacen un enérgico reclamo en favor del respeto y autonomía sindical.

BOLETIN DEL SINDICATO MINERO

Ante la perversa intromisión de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en los asuntos internos del hermano Sindicato Mexicano de Electricistas, que llevan la inocultable intención de ocasionar graves lesiones a su autonomía y libertad sindical, con evidentes propósitos de acallar su voz independiente, el gremio minero trabajador manifiesta su repudio absoluto a esta acción gubernamental de negarle la toma de nota al reciente proceso electoral interno, autónomo y democrático de los trabajadores electricistas, el cual arrojó unos resultados estatutarios y democráticos inobjetables, que sólo son facultad de los propios trabajadores el juzgarlos, no de ninguna instancia oficial.

Esta agresión contra el Sindicato Mexicano de Electricistas es coincidente con la que ha venido sufriendo hace más de tres años, de parte de las autoridades laborales y del Ministerio Público, el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, dirigido con inteligencia y valor por nuestro compañero Napoleón Gómez Urrutia.

Con argumentos ilegales en los que prevalece la pretensión intromisoria de las autoridades de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en la vida interna del Sindicato Electricista, su titular Javier Lozano Alarcón persiste en sus posiciones anti sindicales. Es obvia su virulenta enemistad contra los sindicatos democráticos que actúan de manera independiente, como lo comprueban estos y otros casos de gremios de trabajadores a los cuales niega los beneficios de la ley y los pretende someter al yugo del actual gobierno o al de las empresas a las que está alineado en deshonrosa alianza.

Con esto mismo, Javier Lozano Alarcón pretende atribuirse facultades de juez en asuntos sindicales internos, atropellando la Constitución, la Ley Federal del Trabajo y el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo, al que México se adhirió formalmente desde 1950 y que forma parte de la Ley Mayor de México, a un lado de la Constitución General de la República, el cual establece que los Sindicatos sólo se regirán por Estatutos Internos y procedimientos libremente establecidos por los trabajadores. Por otra parte, ninguna autoridad administrativa está facultada para interpretar los estatutos sindicales, sino sólo los trabajadores agremiados. Viola además la STPS el papel conciliador y tutelar de los trabajadores que, con estricta limitación, la Ley le asigna a esa dependencia del Ejecutivo.

Está utilizando, igual que en el caso minero, la artimaña de la “toma de nota” para descabezar al SME, con inconfesables propósitos ulteriores. Pretende negar que la “toma de nota” no es más que un simple registro formal, de archivo, de las decisiones sindicales autónomas que son asumidas previamente por los trabajadores, y pretende abusivamente convertir dicha “toma de nota” burocrática en un permiso para la existencia de los Sindicatos, aberración por completo fuera de la Ley. Y este intento absurdo sólo se equipara a la política de control corporativo inaugurada por el fascismo italiano de Mussolini.

Sobran evidencias de que el actual gobierno, ante la actual crisis económica que vive México, y aun antes de ella, sin darse hoy por enterado de que en las elecciones de julio pasado los votantes enterraron los intentos de preponderancia gubernamental, pretende eliminar las voces sindicales independientes que denuncian los yerros oficiales, en vez de proceder a una política económica y social que verdaderamente lleve a México a superar dicha crisis. La óptica de esto es mezquina y absurda, pues equivale a suponer que eliminando a los pobres se erradica la creciente y extendida pobreza que agobia al país.

De la misma manera que los compañeros electricistas han expresado su solidaridad inequívoca a la lucha que estamos librando por nuestra autonomía y libertad sindical, el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana expresa con absoluta claridad nuestra enérgica oposición a la actual pretensión de la STPS de ejercer un dominio ilegal sobre el Sindicato Mexicano de Electricistas, y nos solidarizamos con la justa lucha por la autonomía y libertad sindical que protagonizan el SME y sus actuales dirigentes.