Buenos Aires, 8 oct (EFE).- El ex presidente argentino Eduardo Duhalde denunció hoy que es víctima de espionaje y ratificó que no descarta una eventual candidatura presidencial para 2011."No he hallado ningún micrófono oculto, pero digo que estamos siendo controlados", dijo Duhalde en una rueda de prensa que ofreció en el centro del país, tras inaugurar una sede del Movimiento Productivo Argentino, un espacio desde el que pretende aglutinar figuras del gobernante peronismo que se oponen al oficialismo.El ex mandatario (2002-2003) habló de un "Estado policíaco" e, incluso, comentó que una periodista le dijo a su esposa, la senadora Hilda Duhalde, que figuraba en "una lista de los que están siendo controlados"."Le hice llegar al Gobierno esta situación. Como no tengo pruebas, no quiero hacer un anuncio público", enfatizó antes de aclarar que no tiene miedo."No pasará a mayores. No me hace temer nada", añadió, flanqueado por el dirigente radical Ricardo Alfonsín, hijo del fallecido ex presidente Raúl Alfonsín (1983-1989).Al ser consultado sobre unas recientes declaraciones en las que no descartó presentar en 2011 su candidatura presidencial, Duhalde sostuvo: "No voy a cambiar mis dichos en apenas unos días. No descarto nada", insistió.Las declaraciones de Duhalde, que había afirmado que no volvería a aspirar a la Presidencia, fueron celebradas por sus allegados, quienes elogiaron su capacidad para "reorganizar" al peronismo tras la renuncia como titular del partido del ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), esposo de la actual jefa de Estado, Cristina Fernández.Eduardo Duhalde asumió en enero de 2002 la jefatura de Estado luego de la renuncia del ex gobernante Fernando de la Rúa (1999-2001), en medio de un estallido económico y social en el país.Desde ese cargo "apadrinó" para que llegara a la Presidencia a Kirchner, con el que posteriormente se enemistó y lo acusó de intentar "destruir" al peronismo.Tras la derrota oficialista en los comicios legislativos de junio pasado, Duhalde reapareció en la escena pública para pedir a Cristina Fernández que buscara fórmulas de diálogo y consenso para afrontar una situación "muy difícil" en el país.