Un gran descontento ha despertado entre pobladores y organizaciones socales de Ciudad Juárez la nueva estrategia que Felipe Calderón ha implementado en el municipio. De forma sorpresiva, policías estatales irrumpieron ayer en los planteles del CBTIS 128 y el Colegio de Bachilleres 9, donde estudiaban algunos de los jóvenes ejecutados el pasado 30 de enero en Villas de Salvárcar para hacer una revisión de mochilas.Los uniformados desalojaron de las instalaciones a 2 mil 600 jóvenes y, en busca drogas y armas, lo trasladaron a las explanadas para formarlos y revisar sus pertenencias. Todo sucedió ante la presencia de la visitadora de los Derechos Humanos, Luz Elena Merc Delgado.Para el Centro de Investigación y Solidaridad Obrera, este acto es completamente reprobable, pues la policía hasta el momento "se había mantenido al margen de las violaciones".La directora del organismo Cipriana Jurado lamentó que mientras madres de las víctimas están en la capital del país pidiendo justicia, el gobierno se empeña en campañas "como si estudiantes y jóvenes fueran delincuentes".Por su parte, Emma González, de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos AC (Cosyddhac), dijo que "no estamos a favor de ese tipo de operativos, no contribuyen a la solución del problema y sí generan malestar".La Secretaría de Seguridad Pública del estado informó que el operativo inició al filo de las 11:00 horas en el CBTIS 128, donde las autoridades con equipo humano y táctico, además de perros olfateadores, inspeccionaron los salones.Mediante un comunicado, la dependencia señalo que tras la sorpresiva Operación Mochila, las autoridades declararon que es una "institución con alumnos libres de drogas". De un total de 32 aulas fueron revisadas 18, que escogieron aleatoriamente.Según el documento, dichas revisiones se dieron en presencia de representantes de la sociedad de alumnos y de directivos de la institución.