Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Dos niños murieron a manos del Ejército, cuando éste disparó y lanzó granadas a una camioneta en la que los menores viajaban con su familia rumbo a la playa de Matamoros.

De acuerdo con los reportes, los hechos sucedieron la madrugada del domingo, cuando dos familias que viajaban a bordo de una camioneta Tahoe, ya habían pasado un retén en la carretera Riberela, donde bajaron la velocidad pero no observaron alguna indicación para detenerse.

Después de pasar el retén los militares comenzaron a disparar de forma indiscriminada contra el vehículo, incluso, arrojaron granadas, pese a que los civiles gritaban a los soldados que no dispararan porque había niños, petición ignorada por los castrenses.

En el lugar murieron Martín y Bryan Almanza Salazar, de 9 y 5 años de edad, respectivamente.

Ante el hecho, los padres de los pequeños presentaron una denuncia contra los militares ante el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, y exigieron castigo para los soldados culpables.

En la agresión resultaron lesionados Martín Almanza Rodríguez, de 30 años de edad --padre de los pequeños--, y Carlos Alfredo Rangel, de 22 años, tío de las víctimas. Ambos se encuentran internados en la clínica de especialidades de esta localidad fronteriza.

"De repente nos empezaron a disparar; yo me quedé con mi esposa y mi bebé en la camioneta y ellos le tiraban a todo lo que se movía. Les gritábamos que traíamos familia y nos seguían tirando. Incluso cuando pasamos frente a ellos bajamos los vidrios de la camioneta para que vieran a los niños, pero no sé qué pasó.

Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Dos niños murieron a manos del Ejército, cuando éste disparó y lanzó granadas a una camioneta en la que los menores viajaban con su familia rumbo a la playa de Matamoros.De acuerdo con los reportes, los hechos sucedieron la madrugada del domingo, cuando dos familias que viajaban a bordo de una camioneta Tahoe, ya habían pasado un retén en la carretera Riberela, donde bajaron la velocidad pero no observaron alguna indicación para detenerse.Después de pasar el retén los militares comenzaron a disparar de forma indiscriminada contra el vehículo, incluso, arrojaron granadas, pese a que los civiles gritaban a los soldados que no dispararan porque había niños, petición ignorada por los castrenses.En el lugar murieron Martín y Bryan Almanza Salazar, de 9 y 5 años de edad, respectivamente.Ante el hecho, los padres de los pequeños presentaron una denuncia contra los militares ante el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, y exigieron castigo para los soldados culpables.En la agresión resultaron lesionados Martín Almanza Rodríguez, de 30 años de edad --padre de los pequeños--, y Carlos Alfredo Rangel, de 22 años, tío de las víctimas. Ambos se encuentran internados en la clínica de especialidades de esta localidad fronteriza."De repente nos empezaron a disparar; yo me quedé con mi esposa y mi bebé en la camioneta y ellos le tiraban a todo lo que se movía. Les gritábamos que traíamos familia y nos seguían tirando. Incluso cuando pasamos frente a ellos bajamos los vidrios de la camioneta para que vieran a los niños, pero no sé qué pasó."Al verme herido cortaron cartucho y me dijeron que me iban a matar; desde ese momento ya no supe nada... íbamos pura familia con siete niños. Mi esposa se bajó de la camioneta y corrió al monte con el bebé y le seguían disparando", relató uno de los afectados.