Buenos Aires, 16 jul (EFE).- Una jueza de paz argentina aseguró
hoy que aunque "le cueste la vida", por miedo a ser "condenada por
Dios", se va a negar a casar a personas del mismo sexo, que ya han
comenzado a pedir turno para acogerse a la nueva ley que permite los
matrimonios gay, pionera en América Latina.
"Se van a poder casar
igual, porque los casará el juez suplente. Pero yo, por una cuestión de
principios cristianos, no puedo hacerlo. Porque en la Biblia, Dios no
aprueba esa forma de vivir. Una relación entre homosexuales es una cosa
mala delante de los ojos de Dios", aseguró Marta Covella, jueza de paz
de la provincia de La Pampa, en el centro de Argentina.
"Hay gente
que me va a condenar pero a mí no me importa porque lo que yo no quiero
es que me condene Dios. Yo sé que cuando me muera empezaré a vivir una
vida que no terminará nunca, es la vida eterna que Dios me promete",
apuntó en declaraciones a radios locales.
Covella insistió en que
"por nada ni por nadie" va a "hipotecar" su llegada al Paraíso por más
que le acusen de incumplir las leyes y que ello le cueste el puesto.
Argentina
aprobó este jueves una reforma del Código Civil que permite el
matrimonio entre personas del mismo sexo luego de un duro e intenso
debate legislativo que refleja la división que existe en el país
respecto a este tema.
La comunidad homosexual puso el grito en el
cielo tras escuchar las declaraciones de la jueza Covella, y anunciaron
que si se niega a casar a dos personas del mismo sexo, le denunciarán
penalmente por incumplimiento de deberes de funcionario público.
Dirigentes
políticos de la ciudad de General Pico, donde ejerce Covella,
formalizaron una denuncia ante el Instituto Nacional contra la
Discriminación, la Xenofobia y el Racismo de La Pampa por considerar
que "las palabras de la jueza constituyen la suficiente prueba de
discriminación homofóbica".
El director de registros civiles de
Buenos Aires, Alejandro Lanús, indicó que "quien no cumpla con su
función tendrá que renunciar".
"En unos días, cuando se cumplan los
pasos formales de la ley, casar a una pareja, sea o no del mismo sexo,
será una función pública más, del registro civil", apuntó.
El
principal registro civil de Buenos Aires otorgó hoy turno a una pareja
homosexual para casarse el 13 de agosto próximo, para cuando se prevé
que la nueva normativa ya haya sido promulgada, con lo cual se
convertiría en el primer matrimonio legal entre homosexuales en América
Latina.
No obstante, el turno concedido a Alejandro Vanelli,
representante de artistas, y al actor Ernesto Rodríguez, no quedará
confirmado hasta que no se sancione la norma.
La presidenta de la
Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales,
María Rachid, aseguró que la presidenta de Argentina, Cristina
Fernández, promulgará la ley el próximo miércoles en un acto al que han
sido invitados representantes del colectivo homosexual.
Rachid
recordó que un centenar de parejas integradas por personas del mismo
sexo habían presentado amparos para casarse en Argentina.
Hasta el
momento, sólo cuatro ciudades argentinas admitían la unión civil entre
personas del mismo sexo, aunque desde diciembre del 2009, nueve parejas
homosexuales se habían casado en el país mediante habilitaciones
judiciales, si bien algunos enlaces fueron luego anulados y están
pendiente de apelaciones.
La Ley de Unión Civil de la ciudad de
Buenos Aires, aprobada a finales de 2002, supuso el primer antecedente
en el país y el primer reconocimiento de las parejas homosexuales en
Latinoamérica.