La Casa
Blanca decidió retener 26 millones de dólares en ayuda a México y
recomendó que el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa otorgue más poder
a su comisión de derechos humanos y sancione a los militares que
incurran en abusos.
En un reporte emitido este viernes, el Departamento de Estado señaló
que el Gobierno mexicano ha cumplido con suficientes requisitos en el
respeto a los derechos humanos para que Estados Unidos libere 36
millones de dólares en fondos previamente retenidos, que fueron parte
de la Iniciativa Mérida de mil 400 millones.
Sin embargo, Washington va a retener parte de los nuevos fondos
autorizados hasta que el Gobierno cumpla algunos requisitos, como
mejorar la capacidad de acción de la Comisión Nacional de Derechos
Humanos, limitar la autoridad de las cortes militares en casos que
involucren abusos contra civiles y mejorar la comunicación con las
organizaciones defensoras de las garantías individuales en el País.
"Creemos que ha habido progresos, progresos muy significativos, en los
derechos humanos en México, pero como una decisión de nuestras
políticas -no una decisión legal- vamos a esperar para la entrega de
una parte de la nueva financiación, porque pensamos que pueden lograrse
progresos adicionales", dijo Roberta Jacobson, subsecretaria del
Departamento de Estado para México y Canadá.
La Cancillería mexicana dijo que la Iniciativa Mérida tiene rezagos y espera que Estados Unidos los elimine.
"La cooperación con Estados Unidos contra la delincuencia organizada
transnacional en el marco de la Iniciativa Mérida está basada en la
responsabilidad compartida, confianza mutua y respeto a la jurisdicción
de cada país y no en esquemas de evaluación unilateral y
condicionamientos inaceptables para el Gobierno de México", se quejó en
una comunicación escrita.
Los fondos son parte de un compromiso de parte de la Administración del
Presidente Barack Obama, que data de 2008, para ayudar a México a
combatir a los cárteles de la droga.
Según las normas, el Congreso debe retener 15 por ciento de los fondos
hasta que México cumpla con requisitos específicos de derechos humanos,
incluida la prohibición de la tortura y procesar a los policías y
soldados que atenten contra las garantías individuales.
México ha sido criticado de forma reiterada por los abusos presuntamente cometidos por militares.
Este año, funcionarios de los derechos humanos acusaron a los soldados
de dispararle a dos menores de edad y alterar la escena del crimen a
fin de responsabilizar de las muertes a pistoleros de los cárteles de
las drogas.
Los escándalos renovaron las demandas de los activistas de derechos
humanos para que las autoridades civiles, no el Ejército, investiguen
los casos de violaciones a las garantías individuales en los que se
vean involucrados los militares mexicanos.
Dado que las asignaciones de la Iniciativa Mérida tienen un retraso de
más de un año, la decisión de hoy tendrá un impacto financiero mínimo,
pero Andrew Selee, director del Mexico Institute, un organismo de
investigación con sede en Washington, dijo que hay razones para
lamentar.
Consideró preocupante que el Departamento de Estado hable de la falta
de avances para el procesamiento justo de aquellos funcionarios
públicos acusados de cometer abusos de los derechos humanos.
"Esto ha suscitado una preocupación especial en el Congreso de Estados
Unidos, donde sigue habiendo un apoyo considerable a los esfuerzos de
México contra la delincuencia organizada, pero también algunas
preocupaciones por la falta de avances para garantizar investigaciones
transparentes de las presuntas violaciones de los derechos humanos",
dijo Selee.