El presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció hoy que está

"prácticamente secuestrado" en el Hospital de la Policía de Quito y

dijo que la sublevación policial desatada este jueves en este país es

un intento de golpe de Estado.En contacto con medios públicos de comunicación desde el centro médico,el gobernante señaló: "No tengo vista hacia afuera, pero me dicen queestá rodeado el hospital, de que revisan las ambulancias para ver si yosalgo"."Es un intento de golpe de Estado de la oposición y son ciertos gruposinfiltrados en las Fuerzas Armadas y la policía, y básicamente gruposde (la opositora) Sociedad Patriótica", recalcó el gobernante víatelefónica desde una habitación del hospital.Subrayó que los insubordinados lo tienen "prácticamente secuestrado" yque está recuperándose "para regresar a (el presidencial Palacio de)Carondelet, aunque me dicen que han cercado, lo cual sería un secuestroal presidente y sería extremadamente grave".El mandatario fue internado en el Hospital de la Policía luego quefuera atacado con bombas lacrimógenas en el Regimiento Quito No. 1, adonde acudió a dialogar con los policías insubordinados.Policías del Regimiento Quito No. 1 se sublevaron en protesta contrauna ley que limita sus ingresos, medida que fue seguida por policías enotros puntos del país, mientras que unidades de la Fuerza Aéreaocuparon el Aeropuerto Mariscal Sucre de esta capital.El presidente Correa acudió a la sede del Regimiento Quito y desde allíllamó a los insubordinados a deponer su actitud, pero sus palabras nofueron escuchadas y abandonó el lugar en medio de bombas lacrimógenas.Correa acotó que un golpe de Estado en su contra sería "el colmo de latraición a la patria, la traición a su presidente", y puntualizó que setrata de "conspiraciones que se han venido gestando desde hace muchotiempo; se lo advertí yo al país".Correa denunció a la oposición porque "hace rato que está buscando ungolpe de Estado porque no nos puede ganar en las urnas", tras lo cualapuntó que los sueldos de policías y militares "son más que razonables"y se han duplicado en su gobierno.Tras llamar a la calma a la ciudadanía, el jefe de Estado calificó de"mentiras" las versiones respecto a que se le rebajaron los sueldos alos policías, y puntualizó que "la gran mayoría" de los agentes estácon el gobierno."No vamos a permitir que aquí se quebrante el orden institucional",precisó Correa, al tiempo que fustigó a quienes "conspiran" contra sugobierno porque "los que no pueden ganar en las urnas, conspiran. Sonunos irresponsables".Llamó a los policías "patriotas a someterse, subordinarse" y retomarsus funciones para restablecer el orden en el país, aunque aseveró quese debe sancionar a los responsables ya que "esto no puede quedar en laimpunidad. No voy a claudicar"."Lo más que tengo que perder en esto es la vida, y la perderé gustosopara sacar adelante a la patria y que nunca más vuelvan a ocurrir estasbarbaridades", enfatizó Correa, quien camina con muletas porque serecupera de una operación en su rodilla derecha.Detalló que la crisis se produjo por la eliminación de bonificacionesque se entregaban a las condecoraciones que reciben los policías,recursos (unos 15 millones de dólares) que ahora serían destinados amejorar las viviendas de los uniformados.Al concluir su contacto con los medios públicos ecuatorianos, Correadenunció que presuntos policías estaban tratando de ingresar por eltecho a la habitación.