Una ola ensordecedora de sirenas y bocinazos anunció la llegada de la

perforadora el lugar donde se encontraban los mineros, mientras en las

cercanías de la mina familiares de los trabajadores, operadores de las

máquinas, rescatistas y autoridades estallaban en una incontenible

explosión de alegría.

Llantos, abrazos, gritos de ¡Viva Chile! saludaron el éxito de la primera de las tres perforadoras.

Pero hubo también llamados a la tranquilidad, pues la espera para el

rescate aún se prolongará por algún tiempo, entre otras cosas, porque

las autoridades y los técnicos deben decidir acaso el ducto recién

terminando será reforzado con tubos de acero para facilitar el

desplazamiento de la jaula en que serán izados uno a uno los mineros.

''A las 08:05 de la mañana rompimos en el nivel 622, a 622 metros de la

superficie con la galería, con la totalidad del martillo'', dijo un

emocionado ministro de Minería, Laurence Golborne. ''Se hizo en forma

controlada, con una filmación, al mismo tiempo que los mineros abajo nos

iban indicando el nivel de perforación''.

Guadalupe Alfaro, madre de Carlos Bugueño, de 26 años, en su carpa y

agitando su bandera, dijo a la AP ''estoy muy emocionada y muy contenta.

He esperado tanto este momento, me amanecí...para vivir este momento.

Mi hijo volverá pronto''.

Darwin Contreras, hermano de Pedro Cortez Contreras, 26 años, y operador

de máquina pesada, señaló que ''se siente una felicidad enorme que ya

voy a tener a mi hermano. Cuando sonó el bocinazo me emocioné. Ahora

sólo falta esperar que salga y falta muy poquito''.

El senador Baldo Prokuriza destacó lo inédito del rescate en que se

trabaja en la mina, 850 kilómetros al norte de Santiago. Los mineros

atrapados superaron todas las marcas de permanencia a tanta profundidad,

encerrados bajo miles de toneladas de rocas.

James Stefanic, jefe de operaciones de Geotec, propietaria de la T130,

dijo que hubo momentos en que fue difícil mantener la maquina

funcionando. ''Hubo algunos momentos de tensión, pero sabíamos que lo

lograríamos''.

''Hemos muchas perforaciones durante años, pero es la primera vez que

hemos perforado para sacar a gente, y eso es algo totalmente distinto'',

añadió.

La perforadora T130 concluyó el pozo de 624 metros de profundidad que

llegó a un taller, al que los trabajadores acceden por una galería desde

el refugio donde sobreviven desde el derrumbe del pasado 5 de agosto,

unos 80 metros más abajo.

Jeff Hart, un estadounidense que operó la perforadora, dijo que todo el

equipo de rescate estalló en gritos de alegría cuando la maquina T130

rompió.

''Hemos estado aquí trabajando rompiéndonos el trasero, trabajando cada

día, luchamos contra todos los obstáculos, llegamos hasta la galería.

Eso es increíble. Fue grandioso'', añadió el hombre, un fortachón de

manos enormes y arrugadas, enfundado en un overol sucio y portando un

casco blanco con su nombre al frente.

''Nosotros cumplimos nuestra parte, ahora corresponde a ellos hacer el resto'', añadió.

Golborne indicó que los mineros reaccionaron con alegría, pero también con tranquilidad.

Ellos deberán esperar todavía algún tiempo para el inicio de la

evacuación en una cápsula de acero que se debe deslizar por el túnel

concluido el sábado.

Primero las autoridades deben decidir si el ducto será reforzado con tubos de acero, total o parcialmente.

La decisión está en manos de un grupo de ocho geólogos y geomecánicos

que luego de analizar los vídeos que muestran el interior del túnel,

determinarán el camino a seguir.

El ministro señaló que la revisión de las imágenes también determinará

si se realiza una explosión controlada, tarea que desarrollarían algunos

de los mineros atrapados que son expertos explosivistas.

''Es muy posible que se haga una explosión controlada, pero lo determinaremos en los próximos horas'', agregó.

Los rescatistas han señalado que los primeros 100 ó 150 metros del pozo deben ser reforzados porque la roca está fracturada.

Si el refuerzo es parcial, el rescate se iniciaría casi con certeza el martes, si es total, tardaría entre 8 a 10 días más.

Los mineros serán izados, uno a uno, en el interior de una jaula

especialmente diseñada para esta operación, en la que participarán 17

socorristas expertos en rescate a profundidad, incluidos cuatro

paramédicos.