Toronto (Canadá), 29 oct (EFE).- El Tribunal
Supremo de Canadá dijo hoy que una ciudadana canadiense puede demandar
a la Iglesia católica por los abusos sexuales que sufrió por un
sacerdote en la década de los setenta cuando la víctima tenía ocho años.
Por siete votos a favor y ninguno en contra, el Tribunal Supremo
canadiense dijo que los tribunales de Québec tienen que volver a
evaluar la demanda de Shirley Christensen, de 36 años de edad, contra
el arzobispado de Québec y el sacerdote Paul-Henry Lachance.
Christensen presentó una demanda contra ambos en 2007 por valor de
242.000 dólares al cambio de hoy por los abusos sexuales que sufrió a
finales de la década de los años setenta.
Pero el arzobispado de
Québec se defendió señalando que Christensen debería haber presentado
la demanda antes, opinión que fue compartida por los tribunales de la
provincia que rechazaron la querella por haber expirado el estatuto de
limitaciones.
En la demanda, Christensen señaló que sólo se percató
en 2006 de que los problemas psicológicos que sufría estaban vinculados
con las 40 violaciones cometidas por Lachance en el transcurso de dos
años.
La familia de Christensen denunció los abusos a la diócesis
de Québec hace casi 30 años pero la institución religiosa convenció a
sus padres de que no acudiesen a la Policía y retiraron a Lachance de
su parroquia.
Cuando en 2006 Christensen denunció lo sucedido, la
Policía arrestó a Lachance, quien en 2009 se declaró culpable de asalto
sexual y fue condenado a 18 meses de prisión, pero los tribunales no
aceptaron su demanda civil contra el clérigo y el arzobispado al
considerar que había esperado demasiado.
El código civil de Québec
estipula que las víctimas sólo tienen tres años para presentar demandas
desde el momento en que el delito es cometido. EFE