No existen datos que permitan comprobar alguna relación entre el narcotráfico y la guerrilla, pues si las autoridades tuvieran datos fuertes y contundentes, ya los hubieran dado a conocer, aseveró categórico Jorge Lofredo, fundador del Centro de Documentación de los Movimientos Armados. Lo anterior, luego de que el diario Reforma diera a conocer que información documentada revela un intenso tráfico de armas en Chiapas por parte del crimen organizado.Según una investigación oficial realizada por policías federales y estatales, detallaba el rotativo, células de grupos subversivos buscan desestabilizar al gobierno local del perredista Juan Sabines por medio de la vía armada; ello como una preparación para las celebraciones del Bicentenario de la Independencia en el 2010.En este contexto, Lofredo sostuvo que el informe de inteligencia estatal y nacional permite inducir que ha habido una coordinación fuerte entre los grupos armados que hace mucho tiempo que están actuando de forma independiente y hasta en ciertos momentos enfrentados."Además también pretende inducir una relación o vínculo entre la delincuencia organizada y la guerrilla, hecho que también se ha hablado mucho desde hace mucho tiempo y que nunca se ha podido comprobar", acotó.Durante una plática con el periodista Carlos Puig, el especialista explicó que se puede observar cómo hay acercamientos entre los grupos guerrilleros, pero que no van por la vía de la relación con la delincuencia organizada.Reveló que entre el Ejército Popular Revolucionario (EPR) y el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) apenas se están dando los primeros gestos de acercamiento, lo cual, explicó, es para saldar viejas heridas y divisiones. "Significa que todo puede llegar a buen puerto entre ellos o quedar en la nada, como muchas veces ha sucedido", precisó.Jorge Lofredo dijo no tener algún dato de que entre dichos grupos ya exista coordinación. "Apenas son los primeros gestos", reiteró.Y sobre la posibilidad de que los grupos guerrilleros decidan aprovechar la efeméride de 2010, por los festejos de Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, Jorge Lofredo indicó que quizá pretendan hacerse presentes esas fechas tan representativas, aunque, según observaciones que ha elaborado, este tipo de movimientos no han seguido esta lógica.En este sentido, el investigador sugirió que los grupos guerrilleros ya han roto con la efemérides, toda vez que ya no emprenden acciones en fechas que han sido importantes para estos grupos, como el 23 de septiembre, fecha clave en el movimiento subversivo porque se recuerda el asalto, en 1965, a la liga comunista 23 de septiembre.Es decir, que lo anterior indicaría que los grupos guerrilleros se están tomando sus propios tiempos. "Quizá el 2010 no es su apuesta, quién dice que no podrían actuar en 2012", subrayó.