Acapulco, Guerrero, 21 de mayo - Los medios de comunicación, que están al servicio de la mafia, tienen que apoyar a Felipe Calderón, porque nadie lo respeta en el país y desde el sexenio salinista "se quedó la mala costumbre" de que los mandatarios busquen apoyo y legitimidad en el extranjero, afirmó Andrés Manuel López Obrador.

Calificó como publicista y mediática la cobertura de los medios de información, particularmente Televisa, sobre la visita que hizo Calderón al presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Expresó que "cómo no va a hablar bien Televisa de Calderón, si el presidente pelele acaba de entregar toda la fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad a la mencionada televisora e hicieron un jugosísimo negocio, pero es un atraco".

A su arribo a este puerto turístico, el presidente legítimo de México concedió una entrevista a los representantes de los medios de comunicación.

Recordó que el gobierno de Vicente Fox destinó 30 mil millones de pesos del presupuesto público para instalar la fibra óptica en el país y dicha partida fue autorizada por el entonces secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz.

Actualmente, prosiguió, el medio de transmisión empleado habitualmente en redes de datos será entregado a las empresas de Televisa y Telefónica, cuyo presidente es Gil Díaz.

"Es un robo en despoblado, ni todos los rateros de México, en estos días, logran un atraco como es entregar 26 mil kilómetros de fibra óptica a la iniciativa privada", manifestó.

Sugirió quitar las "notas rojas o secciones de notas rojas de los medios de comunicación que acusan rateros a quienes se roban una bolsa en el mercado, si se está hablando con todo el cinismo, de manera descarada y a la luz pública, de los enjuagues que sostienen las cúpulas de poder en México".

Por eso, explicó, "Televisa debe aplaudir a Calderón, quemarle incienso, porque es parte del acuerdo. "Se reputa como ratero al que se roba una gallina o un pavo, al que se roba una bolsa en el mercado, pero a los grandes ladrones de cuello blanco no se les toca ni con el pétalo de una rosa y menos pierden su respetabilidad", expuso.

En otro tema, los reporteros le pidieron su opinión sobre la desaparición del panista Diego Fernández de Cevallos. Dijo que "ojalá y aparezca con vida, eso es lo que yo puedo decir".

Acompañado por el senador perredista Lázaro Mazón y por el coordinador de los comités municipales del Gobierno Legítimo, César Núñez, informó que los 30 barones del dinero son dueños de los medios de comunicación más influyentes del país, como Televisa, y además manipulan la conciencia de población, porque "ellos son los que administran la ignorancia del país".

Dio un dato: el 75 por ciento de los mexicanos se forman un criterio a través de la información que emite la televisión, 15 por ciento por la radio, 2 por ciento por Internet.

"El dueño de Televisa no solo es de Emilio Azcárraga, sino del banquero Roberto Hernández, el empresario Germán Larrea, quien recibió en el sexenio de Salinas la Minera México, y el ex secretario de Hacienda, Pedro Aspe", explicó.

En otro tema, informó que el próximo domingo, 25 de julio, habrá una gran asamblea nacional en el Zócalo de la Ciudad de México, la cual tiene dos propósitos: saber el avance nacional del Movimiento de Transformación de México y se presentará el Proyecto Alternativo de Nación.

Detalló que el programa es importante, porque es una propuesta detallada para sacar adelante a la Nación y la están realizando especialistas que simpatizan con el movimiento que encabeza.

Llamó a los guerrerenses a continuar hacia delante y tener muy claro el objetivo principal del movimiento es lograr la transformación del país. "Nosotros queremos llevar a cabo la cuarta transformación, sin violencia, de manera pacífica, organizada y para despertar al pueblo de México.

Mencionó que los potentados ya iniciaron una operación de recambio, donde quieren imponer al PRI y al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, para volver a engañar.

Afirmó que el posible regreso del PRI al poder equivaldría al regreso de Antonio López de Santa Anna, quien entregó más de la mitad del territorio mexicano a los norteamericanos.