A casi un año del incendio en la guardería ABC,
donde murieron 49 menores de cuatro años y hubo 75 sobrevivientes con
secuelas, el caso continúa impune y los familiares siguen esperando
castigo a los culpables.
Los presuntos culpables de la mayor tragedia infantil que se haya
presentado en México, han sido señalados en demandas de tipo penal y
civil que han derivado en investigaciones de autoridades procuradoras e
impartidoras de justicia, pero nadie está preso.
Las familias de los niños que murieron y los que quedaron con vida, pero sumamente afectados en su salud
física y emocional, han pedido a lo largo de este año, a través de
diversas formas, cárcel y castigo para los culpables, pero la justicia
no ha llegado.
La Procuraduría General de la República (PGR) atrajo la
investigación tres semanas después de ocurrido el incendio el 5 de
junio pasado en la estancia infantil subrogada por IMSS y ha consignado
a más de 20 personas, pero nadie está en la cárcel.
Los inculpados por la tragedia se han amparado y han pagado
millonarias fianzas para seguir libres, lo mismo los dueños de la
guardería, ligados con el poder político y económico de la región, como
ex empleados y empleados de los tres niveles de gobierno.
A lo largo de estos 12 meses han habido promesas, reuniones,
investigaciones, señalamientos, recomendaciones, declaraciones,
manifestaciones y hasta uso político en torno al caso ABC, sin embargo,
las cosas se encuentran como al principio.
Un corto circuito en un aparato enfriador de aire, de acuerdo con
peritajes, generó el incendio a las 14:45 horas del 5 de junio de 2009
en una bodega alquilada por la Secretaría de Hacienda del Gobierno
estatal, contigua al centro de cuidado de infantes.
En 20 minutos las llamas se propagaron a la estancia infantil
subrogada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que
operaba en la bodega adaptada como centro de cuidado infantil, cuyo
techo era de poliuretano, material altamente tóxico.
En naves industriales que compartían la pared, que antes albergaron
a una maquiladora de ropa, resguardaban las instalaciones de la bodega
del gobierno estatal y la guardería, que inició operaciones en 2001 con
la anuencia del IMSS y otras autoridades.
Al momento del incendio en la guardería ABC permanecían 176 menores
desde tres meses hasta cuatro años de edad, y la mayoría dormía la
siesta, en espera de sus padres, cuando las llamas los sorprendieron