Un matrimonio que
observó el momento en que un niño mexicano murió acribillado por
un agente de la Patrulla Fronteriza en El Paso, Texas, declaró que
la víctima no cruzó la frontera y que el oficial disparó directo
hacia él.
"Al principio, no pensé que le hubiera dado a alguien. Pensé
que no le había dado", dijo la estadunidense Bobbie McDow, quien
caminaba por el Puente Internacional Paso del Norte al ocurrir los
hechos que narró y en los que perdió la vida el niño mexicano
Sergio Adrián Hernández Huereca.
"Conforme miraba hacia abajo, vi algo tirado debajo del Puente
Negro, entonces supe que el cuerpo no se movía y me conmoví mucho",
dijo McDow, de 52 años de edad, en declaraciones reproducidas por
los periódicos The Wall Street Journaly El Paso Times.
El esposo de McDow, Raúl Flores, de nacionalidad mexicana, dijo
que también observó el incidente.
En declaraciones al Wall Street Journal, Flores, también
de 52 años, dijo que el adolescente al que le dispararon salió
detrás de un pilar en el lado mexicano de la frontera con sus manos
al aire.
El agente y el adolescente, "tuvieron cuatro segundos para
mirarse uno al otro", antes de que el jovencito recibiera los
impactos, primero en un hombro y luego en la cabeza.
McDow contó que se paró en medio del puente a observar a unos
adolescentes que parecía trataban de cruzar a Estados Unidos y luego
regresar a México, sin ser detenidos por los agentes.
La estadunidense notó que los adolescentes repitieron varias
veces lo mismo, en una especie de juego del gato y el ratón.
La testigo informó que agentes de la Patrulla Fronteriza ubicaron
a los adolescentes y los persiguieron. Uno de los jóvenes tropezó y
fue detenido y otro fue derrumbado por un agente que lo persiguió en
bicicleta.
McDow dijo que uno de los jóvenes que logró escapar hizo un
movimiento como de lanzar algo. Entonces, uno de los agentes,
mientras sujetaba en el suelo a uno de los adolescentes, disparó
hacia México, indicó.
McDow dijo que llamó entonces al teléfono de servicios de
emergencia 911 para reportar el incidente. Desde entonces, la mujer
emitió su testimonio a agentes de la Oficina Federal de
Investigaciones (FBI) que conducen la averiguación en la parte
estadunidense.
La testigo indicó que uno de los jóvenes, no la víctima, sí
había tirado piedras a los agentes de la Patrulla Fronteriza, pero
aseguró que la vida de los agentes "no estuvo amenazada".
El gobierno de México ha exigido a las autoridades estadunidenses
"una investigación exhaustiva" de las causas que provocaron que
el agente de la Patrulla Fronteriza disparara y matara este lunes al
menor mexicano.
El presidente de México, Felipe Calderón expresó su más
sentido pésame y solidaridad con la familia de la víctima, al
tiempo que giró instrucciones a la cancillería para que brinde toda
la atención necesaria a los familiares.
Alan Bersin, el comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza de
Estados Unidos, quien visitó El Paso este martes, prometió que la
investigación sobre el incidente será transparente y justa.
Bersin afirmó no poder proporcionar detalles sobre la
investigación, pues es una averiguación en curso. "No podemos, ni
debemos saltar a conclusiones", indicó.
El Departamento de Estado señaló en un comunicado emitido la
víspera que lamenta la pérdida de la vida del niño mexicano y
reafirmó que el incidente está siendo investigado.
El incidente se registra luego de que el 28 de mayo pasado el
inmigrante mexicano Anastasio Hernández, de 32 años, muriera a
consecuencia de una golpiza propinada por varios agentes de la
Patrulla Fronteriza en la frontera de San Ysidro, California.