El ex-presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, admitió en abril de 2006 ante el embajador de Estados Unidos, Tony Garza, y ante el presidente del TRIFE, Leonel Castillo, que Andrés Manuel López Obrador sería el ganador de las elecciones de 2006 debido a que tenía 10 puntos de ventaja por encima de sus contrincantes.
De acuerdo con Milenio, esto ocurrió en un desayuno en la casa del embajador Garza de acuerdo con comunicaciones internas de la embajada de Estados Unidos.
Una de las comunicaciones dice:
"Ugalde admitió francamente que no habría problemas poselectorales por la gran ventaja que tenía el candidato (López Obrador) sobre sus dos rivales, de 10 puntos o más.
"Tanto Ugalde como Castillo dijeron al embajador que no anticipaban ninguna protesta después de las elecciones"
La comunicación aparece en el cable diplomático R 022240Z del oficial de Asuntos Políticos de la embajada.
Ugalde habría descartado una elección cerrada y dijo inclusive que la campaña "no estaba tan competida como se pensaba." Descartó además la posibilidad de un fraude por la masiva ventaja de AMLO sobre Felipe Calderón.
Las 37 comunicaciones diplomáticas fueron desclasificadas por el Departamento de Estado de Estados Unidos a petición de Milenio. En estos comunicados se evidencia que la embajada de Estados Unidos tenía acceso a encuestas privilegiadas del IFE sobre las elecciones mexicanas.
Las declaraciones de Ugalde pronosticaban un escenario electoral de calma y sin protestas.
"Controversias que hace unos meses parecían muy vivas como las posibles protestas violentas por un candidato ahora se ven muy poco probables", dice uno de los reportes.
"Ugalde admitió que una carrera que hace seis meses parecía muy cerrada en realidad iría en sentido diferente (...) se mostró muy confiado en los procesos del IFE con el Programa de Resultados Preliminares, al que calificó de clase mundial", dice otro comunicado.
Sin embargo, en los meses que siguieron antes de las elecciones, la embajada empezó a decir que el IFE le estaba reportando que habría empate, primero, y luego, el día de las elecciones, que Calderón ganaría por un margen mínimo, pero que recomendaba a Washington no hacer llamadas de felicitación a nadie hasta que terminaran los conteos de los votos.
El 7 de julio, dice la embajada, tras la denuncia de fraude electoral por López Obrador, notaron al IFE preocupado tras una reunión entre el IFE y la Secretaría de Relaciones Exteriores en la que el entonces canciller Luis Ernesto Derbez y la consejera del IFE Alejandra Latapí, señalada por sus vínculos con la derecha, intentaron convencer a Estados Unidos de la legitimidad de las elecciones.
"Aunque fue un encuentro muy bien preparado, detallado y hasta persuasivo, tuvo un tono muy defensivo, lo cual refleja la presión bajo la que se encuentra el IFE ante los ataques estridentes de AMLO y sus simpatizantes", dice el comunicado de la embajada.
Otro comunicado con el número R 141801Z, marcado como confidencial, relata un encuentro provado entre consejeros del IFE y funcionarios de la embajada de Estados Unidos el 12 de julio de 2006, el cual era parte de los esfuerzos del IFE por convencer a Estados Unidos de que las elecciones fueron justas y de que Calderón había ganado.
"En la reunión se refutaron los alegatos de un fraude e irregularidades que ha hecho en su contra López Obrador", dice el comunicado sobre el encuentro en el que nuevamente asistió Alejandra Latapí y el director de asuntos internacionales del IFE Manuel Carrillo.
Sin embargo, en el mensaje sólo se puede leer "nos describieron con gran detalle las salvaguardas incorporadas en el proceso del Instituto". El resto del contenido del mensaje sobre la reunión realizada en secreto, fue clasificado por 15 años por el Departamento de Estado de Estados Unidos.