Los
que busquen un texto revelador que aporte nuevos datos sobre el caso de
la muerte de Paulette Gebara no lo encontrarán en el libro ¿Dónde está Paulette?, escrito por Amanda de la Rosa, famosa por ser amiga de la mamá de Paulette Gebara.
El texto relata en un tono como de guión frívolo de telenovela
lo que Amanda de la Rosa dice que vivió desde que salió de viaje a Los
Cabos con Lizette Farah hasta practicamente cuando despidieron a Alberto
Bazbaz, ex-procurador del Estado de México.
Sin
embargo, la gran mayoría de los datos que aporta ya eran del
conocimiento del público. Y lo nuevo que pudo haber dicho, especialmente
en lo que a nombres se refiere, lo omite de manera deliberada.
A continuación
presentamos los pocos datos claves (u omisiones garrafales) que tiene el
libro. A saber:
1. Presenta a Lizette Farah como una especie de mujer fatal al estilo del film noir
gringo, y supuestamente con cuerpo como dibujado para "historieta
popular" (no dice cual, uno supone que "Las Chambeadoras" o algo por el
estilo) aunque luego dice que ya tenía tiempo que no iba al gimnasio.
2.
A si misma se pretende describir como una especie de inetelectual medio
hippie, pero falla y se lee como una niña rica gruppie de estrellas de rock que intenta
desesperadamente caer bien, pero acaba cayendo mal.
3.
Lizette Farah y Amanda de la Rosa se fueron de viaje a Los Cabos a
invitación de un pretendiente de la mamá de Paulette a quien nunca
identifica por nombre y sólo llama "VTP" (Viaje Todo Pagado). Estuvieron
ellas en una casa rentada por "VTP" y otros 7 hombres (empresarios
textiles obsesionados con las apuestas) en otra. No da más detalles.
Dice que al pretendiente lo interrogaron y lo dejaron libre.
4.
Alfredo Castillo supuestamente no tenía jurisdicción para estar
investigando el caso ya que el era subprocurador de Cuautitlán Izcalli y
no de Huixquilucan. Nunca se explica entonces por qué estaba ahí.
Tampoco se explica por qué estuvo personalmente Alberto Bazbaz en casa
los Gebara Farah para un caso de desaparición de una menor. Lo más que
se llega a decir es que una hermana de Mauricio Gebara era amiga de la
novia de un funcionario del EdoMex y que así solicitaron ayuda.
5.
Al final a Alfredo Castillo le tira por lo menos dos cebollazos. Uno,
diciendo que no sabía que había estudiado ciencias políticas y economía.
Suena francamente como apología del nuevo procurador del Edomex. Con
otro detalle: dice textual que la policía entró a su casa sin orden de
cateo, pero no explica por qué no demandó al Edomex por haber hecho eso.
6.
Se consultaron a 65 videntes, de las cuales nadie les dijo nada de
utilidad. Aún así, le dijeron a la policía que fuera a investigar una
casa azul que dijo una vidente que tenía que ver con el caso. No se
explica por qué la policía al mando de Alfredo Castillo hizo caso de una
vidente pero luego insistieron una y otra vez que se basaron en la
ciencia.
7.
Amanda de la Rosa le dijo mentiras a Lizette Farah supuestamente para
no alterarla más, pero luego se extraña de que la gente no le crea.
8.
Amanda de la Rosa dijo "vamos a conmover a México" con la campaña para
buscar a Paulette y se ufana del impacto que tuvo en las redes sociales,
pero luego se extraña de que se las cosas se hubieran salido de control
en los medios y en las redes sociales por la indignación de la gente.
9.
Mauricio Gebara no quería a los medios en su casa porque no quería que
lo reconocieran en la calle, así que le dejó la tarea de atender a los
medios a Lizette Farah.
10. Fue Lili Téllez quien tuvo la idea de que se grabara la primer entrevista en la recámara de Paulette.
11.
Los perros de rastreo encontraron mariguana en el vehículo de Amanda de
la Rosa, causando que la interrogaran por varias horas y luego la
dejaran libre.
12.
Amanda de la Rosa fue a esconderse a casa de un padrino de ella a quien
no identifica por nombre, pero que dice que tiene tanto dinero que
puede coleccionar pinturas de Kandisky, Diego Rivera y Frida Khalo. Este
padrino le llama a un abogado muy caro (cobra 300 mil dólares por
adelantado) y muy famoso (ha salido en la prensa) que tampoco
identifican por nombre y que supuestamente es el mejor de México. El
perfil del abogado suena como al de Juan Collado, aunque no se aclara
quién es. Dice que se fue a su casa porque le habían puesto una
"Mata-Hari" a un funcionario del EdoMex para que les dijeran información
sobre el caso y pudieran saber que iban a buscar a de la Rosa en
Veracruz.
13.
Jamás se menciona por nombre a Enrique Peña Nieto. Se menciona a "el
gobernador" y "el gobierno del Estado de México", pero nunca a Peña
Nieto. Tampoco se menciona por nombre a Arturo Montiel. Sólo se le
menciona como "el ex-gobernador" y ni de chiste se menciona que Montiel
estuvo en la funeraria donde velaron a Paulette el día de su velorio.
14.
Dice que cuando los medios dijeron que habían la habían detenido en
Veracruz, en realidad ella estaba escondida en la casa de la suegra de
su hermano.
15.
Hace mucho énfasis en una nota del diario Unomasuno--que incluse
reproduce completa--sobre su supuesto arresto. Lo increible del caso es
que le de tanto peso a una nota de un diario especializado en nota roja y
deportes casi como si se tratara de una fuente de gran periodismo de
investigación.
16.
Hay varios aparentes intentos por parte de Amanda de la Rosa de tratar de
descalificar las críticas de los medios contra el gobierno de Peña Nieto
y contra la investigación, así como lo que podría parecer cebollazos
para Castillo. Llama la atención la página 127, en donde Alfredo
Castillo dice que los medios lo trataron de chantajear. "Alfredo me
pidió que me pusiera en su lugar. que todos los días se dicen cosas
tremendas tanto de el como de su jefe", dice Amanda de la Rosa, quien
luego cita a Castillo diciendo que la investigación ha sido
"transparente." Lo cierto es que Amanda de la Rosa insiste mucho en que
los medios inventan cosas.
17.
Dice que de política no sabe nada ni le interesa, pero no dice que el
caso claramente pasó al plano político. Especialmente si consideramos
que Alberto Bazbaz fue despedido luego de que se publicara una encuesta
de María de las Heras en la cual se mostraba que la popularidad de Peña
Nieto se había hundido por el caso Paulette.
18.
Dos capítulos enteros del libro, "Luminol" y "Accidente", no son más
que reiteraciones de la versión oficial de la muerte de Paulette en voz
de Alfredo Castillo y un policía de apellido Porcayo. La estructura de
estos dos capítulos parece una entrevista que de la Rosa le hace a
Castillo y a Porcayo para dejar que repitan la versión oficial sin
cuestionamientos reales.
19.
Varias veces parece sembrar dudas sobre las nanas de Paulette,
repitiendo que en automático a ellas les creyeron que no eran culpables
pero a Lizette Farah no. Dice, por ejemplo, que las nanas cambiaban
todos los jueves las sábanas de la cama de Paulette, pero que el jueves
que ella durmió en esa cama no las cambiaron. Sin embargo, páginas antes
dice que todo el mundo en la casa de los Gebara estaba vuelto loco
buscando a la niña, por lo cual resulta extraño que mencione lo del
cambio de sábanas como una anomaía cuando se suponía que todos estaban
ocupados tratando de encontrar a la niña.
20.
También siembra dudas sobre Lizette Farah. Dos veces menciona que
estuvo quemando mucho incienso en su casa, por ejemplo. Pero cada vez
que siembra una duda sobre Lizette Farah remata diciendo que no la cree
capaz de matar a nadie.
21.
Jamás se siembra la más mínima duda sobre Mauricio Gebara (como ocurrió
en la investigación, de hecho). Se menciona que fue el único que salió
de la casa en la mañana que desapareció Paulette, y no entre mayores
detalles. Sin embargo, en la entrevista de Lizette Farah con Jacobo
Zabludovsky--la cual por alguna razón Amanda de la Rosa omite en su
relato--la mamá de Paulette reveló que la noche anterior Mauricio Gebara
dijo que tenía un desayuno muy importante con su hermano, pero que
luego, la mañana siguiente, acabó diciendo que fue al gimnasio.
22.
Lo más que se llega a decir sobre los Gebara es lo mismo que se dio a
conocer en un sitio de internet: que los hermanos de Mauricio Gebara le
ofrecieron medio millón de dólares y un boleto de avión a Lizette Farah a
cambio de que les dijeran dónde tenía a la niña, pero que como no les
respondió la agredieron a golpes, y que Mauricio Gebara le reventó un
tímpano. Lo único revelador de este relato es que Alfredo Castillo
permitió y presenció el incidente. No obstante, el libro no aclara por
qué Castillo tuvo ese aparente favoritismo hacia los Gebara, familia
descrita por Jenaro Villamil como contribuyentes económicos de la
campaña de Peña Nieto a gobernador.
23.
El resto de las versiones en las que se señala a Mauricio Gebara como
involucrado son de plano puestas en un capítulo de "leyendas urbanas",
incluyendo la versión de que la familia Gebara tenía influencias con el
gobierno de Peña Nieto.
24.
Menciona muy de pasada que la PGJEM consideraba que el FBI había dado
la razón de que Paulette Murió por accidente y agrega que el reporte
dice que las muestras que enviaron eran insuficientes para análisis. La
omisión en no abundar sobre esto es muy grave, ya que de 12 muestras que
le enviaron al FBI, sólo 3 pudieron ser analizadas, y de esas 3 se
advertía que el grado de sensitividad de las muestras era reducido. En
base a esas muestras insuficientes el FBI no dijo que Paulette murió por
accidente, sino que la presencia de alcóhol en su cuerpo pudo ser
generado de forma natural por la descomposición. Nada más.
25.
Dice que Paulette vació su vejiga cuando murió. Pero no aclara por qué
nadie olía la orina y se limita a la explicación de Alfredo Castillo de
que las cobijas y la colcha ocultaban el olor.
CONCLUSIÓN:
En
general el libro da la impresión de ser un muy mal guión de telenovela
que dedica mucho espacio a presentar a Amanda de la Rosa como víctima, a
reiterar la versión oficial aprobada por el gobierno de Peña Nieto de
la muerte de Paulette, a sembrar dudas sobre Lizette Farah y las
nanas--como intentó desde el principio el gobierno de Peña Nieto--a
meterse lo menos posible con los Gebara--de nuevo como lo hizo el
gobierno de Peña Nieto--pero jamás mencionando las palabras "Enrique
Peña Nieto".
Ignoro
si Amanda de la Rosa busca posicionarse como una especie de Lidya Cacho
telenovelera, o si busca quedar bien con Televisa para que le
contraten, o qué es lo que pretende con este libro. Lo cierto es que
información nueva que pueda esclarecer el caso no ofrece ni fue nunca la
intención del libro ofrecerla. Mucho menos cuando le pone tanto énfasis
en repetir la versión oficial del gobierno de Peña Nieto y poner a
muchos de los cuestionamientos sobre la investigación practicamente en
calidad de "leyendas urbanas."
Tal vez Amanda de la Rosa sea proficiente en escribir guiones cursis para telenovelas, pero para tratar un tema tan delicado como el de Paulette, francamente, se quedó muy, pero muy pequeña, dando la apariencia--ignoro si por descuido o por diseño--de querer montarse en el caso para tener los reflectores y 15 minutos de fama que le pudieran ayudar a limpiar su imagen y hacer dinero, mientras, de refilón, aparentemente le lanza sutiles cebollazos al gobierno de Peña Nieto.
¿Es eso lucrar con la muerte de Paulette? No lo se. Que lo juzgue la opinión pública.