Miembros del SME que permanecieron en huelga de hambre -algunos en
el Zócalo del DF, otros en la Plaza de Armas, en Toluca- y que, al dar por
finalizada su protesta, aceptaron ser atendidos en el Instituto Mexicano del
Seguro Social, denunciaron este jueves que recibieron una pésima atención y
cuidados en los centros hospitalarios lo que, según ellos, logró empeorar su
salud.
Hace unos días, el IMSS informó, a través de un comunicado oficial, que 13
de los catorce huelguistas atendidos, se encontraban en buen estado de salud.
Al respecto, este jueves, en principio, Cayetano Cabrera señaló
que no aceptó ir al IMSS porque no cree en él.
Mientras que Miguel Ibarra, otro de los huelguistas, sentenció: "mi
salud empeoró en el IMSS". Ibarra, quien permaneció 86 días sin comer, señaló
que a su llegada al hospital, le colocaron mal una sonda y, ahora, orina
sangre.
"Estoy peor ahorita, con
problemas peores causados por la gente del gobierno y en menos de una semana
tengo dos kilos menos...y tengo mucho dolor y debilidad", reiteró.
Otros huelguistas, denunciaron que en el Seguro Social se les
preguntó qué hacían ahí, pues ellos no estaban laborando.
Por ello, Martín Esparza, dirigente del SME, informó que lo denunciará, en primer lugar, al secretario de
Gobernación, José Francisco Blake Mora, durante la reunión que tengan con él la
próxima semana.