Ciudad de México - A pesar de los buenos resultados en materia de empleo, aún falta
mucho por hacer pues hay que atender los bajos salarios y la
informalidad, estimó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado
(CEESP) .
Lo importante 'no sólo es el número de puestos de trabajo que se puedan
generar, sino la calidad de ellos, que cuenten con ingresos suficientes y
prestaciones sociales, de tal forma que éstos se conviertan en un
atractivo para dejar la informalidad'.
Aunado a ello, continúo, se debe hacer lo necesario para elevar el nivel
académico de la población si se quiere que el país incremente su
productividad.
El organismo del sector privado expone en su publicación semanal que la
actividad económica ha mostrado un proceso de recuperación importante en
los primeros cinco meses del año, lo que ha contribuido para que
durante ocho meses consecutivos se hayan ajustado al alza las
expectativas de crecimiento para 2010.
Reconoce en lo anterior un factor importante en el aumento del empleo
formal según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ,
pues en el primer semestre de 2010 se han generado un total de 559 mil
70 nuevos puestos de trabajo no agrícolas.
Así, el universo de trabajadores registrados se elevó a 14 millones 440
mil 351, cifra ya muy cercana al registro histórico que se observó en
octubre de 2008, de 14 millones 475 mil 835 trabajadores.
Sin embargo, aclara, a pesar de estos buenos resultados aún falta mucho
por hacer, sobre todo cuando los registros del INEGI indican que existen
12.5 millones de personas laborando en la informalidad.
Además, otro tanto busca oportunidades fuera del país, ya que en el
primer trimestre del año se registran 3.8 emigrantes al extranjero por
cada mil habitantes, precisamente por la falta de oportunidad de
conseguir un empleo formal con sus correspondientes prestaciones
sociales.
Señala además que los bajos salarios, que en mucho tienen que ver con la
precaria preparación de la población ocupada, son otro factor que se
debe atender con prontitud, toda vez que los hogares requieren cada vez
más de mayores ingresos para solventar sus necesidades.
Ello obliga, en muchas ocasiones, a tener que insertar al mercado
laboral a los menores de edad, en más de las veces en precarias
condiciones de trabajo, con el objetivo de contribuir con el gasto del
hogar, lamenta el organismo en su análisis.