"Bienvenido Presidente". Así reciben a Andrés Manuel varios

jóvenes que lo esperan en la entrada del auditorio de la Facultad de Economía,

en la Universidad Nacional Autónoma de México. Hay efervescencia. Se forma una

especie de valla humana para que el político tabasqueño acceda al recinto. Todos

meten la mano, en espera de un saludo. Afuera del salón hay aproximadamente

quinientas personas, la mayoría jóvenes, otros ya adultos, se mezclan estudiantes

y maestros. No cupieron todos. Adentro hay más de trescientos, contando parados

y sentados.

Cuando entra López Obrador al auditorio, se repite la

bienvenida. "¡Goya, Goya! ¡Cachún, cachún, ra, ra...". Siguen los aplausos. Y el

clásico de los mítines, retumba en la facultad: "Es un honor, estar con Obrador".

Tres catedráticos dan su opinión del libro. Lo relacionan

con la materia: Economía. Todos de acuerdo con los malos manejos del capital,

con el modelo neoliberal. Se llegó a la crisis, sostienen, sin conocer el auge.

Y esbozan: la sociedad está tremendamente desprotegida.

Mientras se presenta el libro, Obrador toma nota. El

auditorio escucha y observa. Afuera cuchichean. Son más de mil los estudiantes

presentes. Varios con la playera azul y oro; uno de los cuales tiene atrás un

logo que dice "AMLOVE 2012".

Toma el micrófono AMLO.

"...Creemos en la transformación del país por la vía de las

elecciones... de manera pacífica... respetamos a quienes piensan que no vamos a

lograr nada así...", sostiene este 26 de agosto de 2010.

"...Confiamos en que vamos a rescatar el Estado... si no

resolvemos el destino de los jóvenes, no vamos a resolver el destino de México...",

asegura.

Y apunta: "....Ustedes saben muy bien, no es que los jóvenes

no pasen el examen sino que no hay presupuesto... hay 300 mil rechazados... eso

debe cambiar".

Por último, les promete a los universitarios: "Nos vamos a

seguir encontrando".

Y sale entre la multitud que alza las manos.