Diez días antes de las celebraciones del Bicentenario, el ex-candidato presidencial panista Felipe Calderón ya decidió bloquear la plancha del Zócalo, impidiendo el paso a los peatones.
La plaza principal de la Ciudad de México fue completamente amurallada por muros de 2.5 metros de altura, violando el principio constitucional del libre tránsito a los peatones y obligando a la gente a caminar a escasos centímetros del flujo vehicular.
Por si fuera poco, el patio de Palacio Nacional también fue bloqueado por vallas metálicas, de nuevo impidiendo el libre tránsito peatonal, ya que Calderón estará en el lugar por unos momentos inaugurando una exposición.
Los bloqueos al Zócalo han sido la constante desde 2007, cuando Calderón ordenó rellenar la plancha de la Plaza de la Constitución con elementos de la PFP y del Ejército para que pareciera que alguien estaba interesado en escucharlo dar el grito de independencia.
La escena se repitió nuevamente en 2008, cuando Calderón rellenó con acarreados la mitad de la plancha del Zócalo (la otra mitad fue llenada por gente que fue a ver por su propio pié el grito de independencia que dio Andrés Manuel López Obrador).
Sobra decir que para cualquier acto de presencia de Calderón en el Zócalo o en Palacio Nacional, primero es bloqueado el Centro Histórico por elementos de la Policía Federal, principalmente para evitar que se note ante las cámaras el repudio de la gente a Calderón.