Luego de regresar a su casa tras haber sido liberado por sus secuestradores, Diego Fernández de Cevallos citó a un poema anónimo, falsamente atribuido al Quijote, recogió un ramo de flores y se fue a ver su novia.

De acuerdo con El Universal, Fernández de Cevallos citó la frase "mis arreos son las armas

mi descanso el pelear", con la cual inicia un poema anónimo español, y se fue manejando su propio auto, aunque acompañado por escoltas, a visitar a su novia.

Algunos medios, desconociendo el contentenido del Quijote, atribuyeron incorrectamente los versos a la obra de Miguel de Cervantes. El poema es citado de manera breve por El Quijote, pero no es de la autoría de Cervantes.

Cabe señalar que la actitud de Fernández de Cevallos dificilmente parecía la de alguien que hubiera estado recién liberado de un cautiverio de casi 200 días.