Estas cosas sólo le pasan a los canadienses, dirían los personajes de HYMYM.
Una mujer de Ontario, Canadá, confió ciegamente en las instrucciones de un GPS para llegar a su destino y terminó sumergida en un lago. Pobre auto.
El problema surgió cuando, en una noche de neblina, la aplicación comenzó a dirigirla hasta un muelle en el que cayó completamente.
Para su fortuna (si es que hay algo bueno), logró bajar la ventana y escapar. Las autoridades locales reportaron que no sufrió ningún daño.
Con información de Excélsior.