Casual, estás asoleándote en la playa y de repente llega un cocodrilo e invade todo el lugar porque también se le antoja el calor.

Sí, porque cuando una criatura peligrosa de tres metros aparece, lo mejor es que lo dejen solo y todos se vayan.

Así ocurrió el pasado fin de semana en Cozumel, Quintana Roo, donde el depredador atravesó la playa hasta llegar a la orilla levantando a los turistas de sus asientos.

Afortunadamente no pasó a mayores gracias a que un agente de seguridad instó a los presentes a que desalojaran la zona y el reptil caminó libremente hasta el mar.