Ciudad de México.- Desde diferentes frentes y con base en algunos acontecimientos se ha especulado en torno al fin del mundo en las próximas semanas a partir de una lectura del calendario maya, pero se trata de una sugestión numérica de quienes han mal interpretado los conteos de dicha civilización, afirmó Daniel Flores.
Al dictar una conferencia, el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que el conteo del tiempo en la antigua civilización se establece que el 21 de diciembre de 2012 concluye un ciclo de uno de sus tantos calendarios, pero como éstos son periodos una vez terminados los que integran el ciclo, la cuenta empieza nuevamente.
Este sistema calendárico, o de cuenta larga, se llama Baktun, siendo el correspondiente a esta etapa el Baktun 13, el cual comenzó en el año 3113 a.C., registrando periodos de aproximadamente 400 años para llegar a su término el 21 del mes próximo, explicó.
Lo anterior significa que el 22 de diciembre comenzará un nuevo conteo, con intervalos de cuatro siglos en el nuevo Baktun.
La confusión, dijo, se dio a partir del descubrimiento de un investigador de la cultura maya, quien se percató que en el calendario de Cuenta Larga, la antigua civilización registró la fecha de término como "13, 0, 0, 0, 0", correspondiente al 21 de diciembre de 2012.
El número 0, que era bien conocido por los mayas, causó controversia y una sugestión asociada al final del mundo; sin embargo, sólo significa que al día siguiente comienza el nuevo conteo y no el fin de los tiempos, subrayó el experto del Instituto de Astronomía de la UNAM.
Por otro lado, mencionó Flores, es ilógico pensar en el fin del mundo asociado a este conteo de la antigua civilización, pues el calendario de Cuenta Larga es uno de los tantos calendarios que utilizaron los mayas para registrar el tiempo, y cada uno de ellos, al concluir, comienzan enseguida un nuevo ciclo.
Los sistemas de conteo de tiempo en la cultura maya, refirió, se regían principalmente por la observación del movimiento de tres astros: Venus, el Sol y la Luna, los más importantes eran Tzolkin 260, que consistía en ese número de días, y el Haab de 360, y había otro más, el de Cuenta Larga o Baktun.
Flores subrayó que existen vestigios, como los observatorios, que dan cuenta de la actividad astronómica de desarrollo esta civilización, así como códices en los que se plasmaron celebraciones en función de la vista de los fenómenos en la bóveda celeste, como el Madrid y el Mendoza.
A través de la observación y estudio de los astros, los mayas lograron determinar importantes sucesos como los equinoccios, eclipses y cenit, aunque aún no se determina cuál era el objetivo de realizar construcciones en función de dichos fenómenos astronómicos, destacó.