La Comisión Europea ha ordenado a Facebook, Twitter y Google que prevengan la aparición de estafas y fraudes dentro de sus plataformas en línea, en las que suelen ofrecer servicios o productos inexistentes a consumidores incautos.

Estas medidas tienen como objetivo detener diferentes métodos de estafa como las trampas de suscripción a través de pruebas gratis, ventas de productos falsificados y promociones falsas, haciendo responsable a las plataformas que dan cabida a este tipo de comportamientos.

Las autoridades han notado un crecimiento constante de quejas por parte de los consumidores, quienes incluso han reportado estar sujetos a ciertos términos de servicio que no respetan las leyes comerciales de la Unión Europea.